viernes, 31 de diciembre de 2021

REVISTA DE MEDIOS DE DICIEMBRE DE 2021



Elizaveta Ignatovich [Art Blart blog]



Luis Escribano señala que " Los partidos han generado un grave problema con el empleo público temporal, y las maquiavélicas soluciones que plantean darán pie a numerosas reclamaciones de opositores, estatutarios, funcionarios y laborales fijos, que podrán acabar en millonarias indemnizaciones que pagaremos todos los españoles, como es habitual en esta partidocracia" y concluye así que "en caso de ganarse las reclamaciones patrimoniales, el coste a pagar por las Administraciones Públicas debería ser repercutido, según la ley, en el patrimonio personal de las autoridades y funcionarios responsables. Sin embargo, este deber legal, que se conozca, no ha sido ejercido por ninguna Administración Pública, porque ya saben que perro no come perro. ¿Se imaginan a un cargo político del PSOE, PP, VOX, IU, Podemos, Ciudadanos, etcétera, exigiendo directamente la responsabilidad patrimonial personal a otros cargos de su propio partido? Con esta partidocracia, les aseguro que no lo verán en ninguna Administración Pública."

Exmiembros del Tribunal Constitucional, tribunal político al servicio de los partidos que lo elige, hablan de reforma del llamado Estado de las Autonomías, pero en el sentido de profundizar en él y, por tanto, en la disgregación del sujeto constituyente, bienquista a este órgano constitucionario. Apelan a una "lealtad federal" que delata el proyecto del régimen partidocrático de blindar, como se dice ahora, el cacicato autonómico cubriéndolo de ropajes federales -imposibles de toda imposibilidad pues los estados federales supone la existencia de estados previos que eligen libremente federarse-. Pero qué puede importar la razón y la ley a unos estómagos agradecidos que piensan que pueden sobrevivir a la ruina de la nación política y de sus compatriotas.

Sobre el postsanchismo se pronuncia Ignacio Ruiz Quintano: "Al españolejo se le vende que “muerto Sánchez, se acabó la rabia”, y luego vendrán los ayes. Pues no son Sánchez,ni Mariano ni Zetapé ni Aznarín ni Gonzalón ni Leopoldo (“marmolillo peatonal”, para Guerra) ni Suárez ni Arias… Es el sistema, es decir, el sindicato de poder de lo que en buena literatura política se conoce por “oligarquías inverecundas” cuyo factor de gobierno es el consenso político (reparto, corrupción) en el Estado de Partidos, ese Imperio del Bien (Muray) en el que el vicio es la virtud, la mentira la verdad, el mal el bien, el valor la cobardía, la estulticia sabiduría… Ni derecha ni izquierda: centro. No te metas en política (conflicto), que de ella se ocupan los que saben.  –La derecha y la izquierda –dice Negro han convergido en el consenso político: la conspiración de los partidos consensuados contra las libertades en lugar del partido único de los regímenes totalitarios. Es el comunismo por arribaEl consenso, dicho por Muray, ha desplazado al comunismo “porque por fin lo ha realizado”. El consenso político es una nomenklatura tecnocrática economicista semejante a la soviética, que consagra, según Negro, las distopías de Huxley y Orwell como los mejores manuales de teoría del Estado o del Gobierno."

Refiriéndose al gobierno actual, Luis Riestra se pregunta: "¿Pero de dónde salen estos individuos? Pues del sistema electoral de esta partitocracia, como hemos explicado aquí tantas veces, una aberración política que cada día que pase degenerará más. La mejor demostración de eso tal vez sea la que da en un video, que debe verse aunque el personaje es bastante "aburrido", un diputado compañero de escaño del mismo Garzón. En él explica la desconexión total entre ciudadanos y unos diputados que simplemente hacen lo que les dice el órgano director del partido, que vayan Ustedes a saber para quién trabajan, pues algunos parecen a sueldo de Marruecos u otros gobiernos aficionados a repartir sobres. Ante esto siempre aparece alguno que dice "disfruten lo votado", como si en una partitocracia votar sirviera de algo (salvo para legitimarla), y si no, pregúntenles a los votantes del PP en Baleares o Galicia."

Sobre la auténtica naturaleza del voto en blanco se expresa Ignacio Ruiz Quintano: "El TC declaró inconstitucionales los confinamientos consensuados por socialistas y populares, por lo que populares y socialistas, en lugar de entregar sus actas e ingresar voluntariamente en un Centro de Rehabilitación Democrática, resolvieron cambiar de TC, y en la votación para “legitimar” el chalaneo la diputada popular Doña Cayetana Álvarez de Toledo Peralta-Ramos, que, al revés que Barras, habla bien y vota mal, votó… “en blanco”. El voto en blanco no es el chaleco blanco de Robespierre ni el desaparecido derecho de resistencia del pueblo (¡hasta aquí lo mucho de tonto y lo poco de soberano que es el pueblo!); significa, simplemente, que aceptas el sistema, pero que, entre un haz de heno y otro haz de heno, no sabes con cuál quedarte, como le pasó al asno de BuridánPero los partidejos se rigen por la ley de hierro de la oligarquía estudiada por Michels en la socialdemocracia alemana (y puesta a prueba –con éxito, con lo cual se silenció– por Bujarin en el comunismo soviético). Esa ley se resume en que los intereses que representan los partidejos son los que convienen a sus jefes, y el jefe del PP ha incoado a su diputada rebelde un expediente disciplinario por desobedecer el mandato imperativo expresamente prohibido por la Constitución, circunstancia que en su día ya tuvo en cuenta Margarita Robles, nuestra jurista más alta, para sacudirse una multa de su partido por votar contra Rajoy cuando el mandato era la abstención, y a este chamarileo llaman nuestros Hamilton “democracia representativa”. En el Estado de Partidos, un Estado dentro del Estado, los partidos son a la vez “órganos del Estado, legisladores y representantes de sí mismos bajo el pretexto de integrar (nunca ‘representar’) a las masas en el Estado”.

Estas declaraciones de la vicepresidenta Díaz de que advirtió al resto del gobierno de la gravedad de la pandemia antes del 8-M y no fue escuchada deben enmarcarse en la campaña electoral permanente que realizan los jefes de partidos del régimen. Estas puñaladas a sus coyunturales socios de gobierno -PSOE y PODEMOS- son de una gran torpeza, pues también la señalan a ella misma, ya que debió haber dimitido o denunciado públicamente el altísimo riesgo de contagio que significaron acciones estandarte de la izquierda indefinida como el 8-M, así como otros actos colectivos que se permitieron esas infaustas fechas (lo que demuestra que a ella tampoco le importaba mucho la salud pública). Pero quizás sea demasiado pedir que se añada inteligencia al torpe tacticismo de la clase política en su lucha por asegurarse parcelas de poder del Estado.

Víctor Lenore pasa revista a varias publicaciones sobre la llamada Movida de los años 80, para preguntarse: "¿Cuál fue la ideología de la Movida? Antes de nada, hay que aclarar que aquellas canciones chispeantes fueron la banda sonora del aterrizaje en España de la sociedad de consumo. Son practicamente iguales que los anuncios de radio y televisión, basta escuchar “Quiero ser un bote de Colón” (Alaska y los Pegamoides), “Enamorado de la moda juvenil” (Radio Futura) y “Busca algo barato” (Mecano). Alguna incluso terminaría sirviendo de sintonía para anuncios de la 'Planta Joven' de El Corte Inglés. La ideología de la época, podemos decir tranquilamente, fue el consumismo hedonista, con su fuerte poder uniformador. Lo explicó Pier Paolo Pasolini con máxima precisión: “La homogeneización ‘cultural’ nos afecta a todos: pueblo y burguesía, obreros y proletarios. El contexto social ha mutado en el sentido de que se ha unificado de manera extrema. La matriz de la que salen todos los italianos es ahora la misma”, lamentaba en un artículo de 1974. Algo parecido hizo la Movida: disolver casi todas las culturas previas en el crisol del pop estandarizado del turboconsumismo socialdemócrata." Todo ello, sin duda, impulsado por el poder político partidocrático, que detentado por el PSOE, animaba a los súbditos, como en el Franquismo, "a no meterse en política", y a vivir, en este caso, la vida a lo loco, frente a las requisitorias morales católicas de su régimen progenitor, y que no dudó tampoco -señala Lenore-, como el Fraquismo, en censurar aquellos elementos disentientes en aquel conglomerado socio-artístico-cultural.

Rubén Gisbert señala que España ocupa unos de los primeros puestos del índice de miseria de la OCDE, que los bancos españoles se apresuran a deshacerse de sus bonos del Estado ante el previsible cierre del grifo del BCE instigado por el nuevo gobierno alemán, y el previsible horizonte de impagos. Indica que el imparable incremento de la deuda, disparado a partir del gobierno Rajoy, redundará en un aumento de impuestos para mantener la industria política de las administraciones multiplicadas y el clientelismo militante -ya que la inversión en obras públicas se reduce un 60%- que tuvo ya su origen en el "café para todos" del infausto Suárez y en la multiplicación de los centros de poder y parasitismo administrativo a través del Estado de las Autonomías, que no ha supuesto para nada una descentralización. El estado de Partidos, que es un fin en sí mismo, ofrece un futuro de miseria para los españoles, que aún se dejan engañar con los fantoches identitarios que les ofrecen las facciones del Estado o partidos, a cambio de su ruina.

Ignacio Ruiz Quintano reflexiona sobre la conmemoración de la Carta Otorgada de 1978: "Fabián Estapé, el fabiano del desarrollismo franquista, decía que la Transición la trajo el 600, pero la C’78 tuvo un origen misterioso (religioso): no salió de la libertad constituyente, sino de un poder constitucionario (el poder constituido que se atribuye poder constituyente), y no constituyó una separación de poderes (única razón de ser de una Constitución), sino una oligarquía de partidos. El pueblo español, que presume de habérsela dado “con mucho trabajo”, se enteró de que se estaba haciendo por una primicia de “Cuadernos para el Diálogo”. La han leído ya el Rey, Suárez y el cardenal Taracón; ha pasado por la Generalitat y está en un armario de “Mundo Obrero”. ¿Por qué se le escamotea al resto de los españoles? [...] Hoy, los mismos partidos que la atropellan para confinar ilegalmente a los españoles, se cargan al TC que se lo afea y montan la Love Parade del Consenso. Están por encima de la Constitución: es la dictadura de los festivócratas."

Rubén Gisbert señala que la nueva ley, que permite declarar "víctima de violencia de género" a la mujer que lo solicite simplemente por haberlo denunciado, incluso si su presunto agresor es absuelto, consolida la mafia del hembrismo partidocrático. Recuerda que de los 400.000 delitos registrados cada año en España de 200 a 300 corresponden a la llamada "violencia de género" (trampa ideológica, por otro lado, que atribuye esos delitos domésticos a un patriarcal sentimiento de superioridad del hombre sobre la mujer), y que tal ley, -en la que los falsos representantes de los electores en el parlamento no tienen nada que decir pues la elabora directa y desvergonzadamente el gobierno- busca justificar el abultado presupuesto del ministerio de Igualdad creando nuevas "clientes" de sus atenciones, dada que las reales no sirven para legitimar los sueldos de toda la red clientelar que crea ministerios partidocráticos de esta ralea, que viven de la exacción de los súbditos de la Monarquía de partidos y de crear divisiones y tensiones identitarias y comunitaristas en una sociedad que empieza ya a hartarse de sostener con sus votos tales abusos.

Gregorio Morán explica la situación creada tras la petición de unos padres de Canet de Mar (Cataluña) de que su hijo reciba un 50% de enseñanza en español: "La epístola del matrimonio de Canet de Mar ha sacado a flote lo más oculto de la retórica nacionalista en Cataluña. El secreto mejor guardado desde los tiempos de Jordi Pujol. La inmersión lingüística, el falso objetivo de lograr una coexistencia entre dos idiomas pertrechados y empujar a uno para que pudiera equilibrarse con el otro. Todas las paparruchas respecto a las bondades del bilingüismo asimétrico se han venido abajo, cuestionando el mito autocomplaciente del supuesto pilar de la convivencia en Cataluña. La inmersión lingüística, consensuada y benevolente, escondía un objetivo que se convirtió en descaro: la inmersión política. La obligatoriedad de una lengua única era la añagaza para lograr la identificación con el catalanismo desde la infancia. [...] La lengua en Cataluña es un instrumento político que, además, constituye una forma de relacionarse entre la ciudadanía [...] ¿Qué sería de Esquerra Republicana si ahora que el independentismo está en caída libre no pudieran apelar a la lengua? Es la última fortaleza que consiente las dosis de mando y xenofobia imprescindibles para construir una ideología patriótica. El valor de la carta del frutero de Canet está en que cuestiona la hegemonía omnímoda de la inmersión política, ese sujeto imprescindible para conformar una mayoría parlamentaria [...] Pedían el 50% y los tribunales les concedieron el 25%, pero lo consideran demasiado quienes viven y medran gracias al 100%. Admitir agujeros amenazaría al sistema clientelar construido durante décadas. [...] Tocan a rebato: todo el que cobre la subvención deberá manifestar su rechazo. Los sindicatos UGT y CCOO se apuntaron los primeros". Este episodio demuestra, como indica Ruiz Quintano, la inexistencia de una Constitución: "Cinco años tiene el niño de Canet, famoso porque en el cuento de hadas de la Transición que los liberalios cantan como ruiseñores en los pimpollares, grita “el rey va desnudo” (idea que en “El conde Lucanor” nuestro Don Juan Manuel representa con un negro –“yo estoy ciego o vos desnudo vais”– en el papel del niño). Y ha sido un niño de cinco años quien dijera al “viejo y sabio pueblo español”, solo en la escuela, que no hay auténtica Constitución, pues si la ley es la defensa de todos contra uno, una Constitución es la defensa de uno contra todos.La única seguridad que puedo darles es que la Constitución será sostenida por mí con todos los recursos legales bajo mi poder –contesta el presidente Eisenhower al gobernador de Arkansas, Orval Faubus, que desafía con la Guardia Nacional la orden de la Corte Suprema de admitir en el distrito escolar de Little Rock a nueve estudiantes negros. Y envía a la 101 División Aerotransportada, cuyos paracaidistas escoltan a los estudiantes en la escuela."

Alberto Iturralde y Emilio Triviño comentan la noticia de que el gobierno favorecerá la creación de la figura de los "comunicadores fiables" en las redes contra los delitos de odio como una manifestación más del afán totalitario del régimen partidocrático del 78, para que todo quede bajo el control de los partidos políticos estatales. La censura "bienintencionada" o "virtuosa" ha pasado a convertirse en una herramienta cada vez más eficaz en la abolición de la libertad de pensamiento, sin la que la libertad de expresión carece de sentido.

La respuesta del pequeño ayuntamiento de Camporredondo a la extemporánea petición del Senado de cambiar el nombre de una calle en aras de la llamada "Memoria histórica" (conceptos que no serían conjugados para Gustavo Bueno, pues según éste mismo la memoria pertenece al terreno de lo subjetivo personal, frente a la historia como disciplina científica) es índice de la rebelión de la sociedad civil, encarnada por munícipes que no reciben un sueldo y que aspiran a ser representante de sus paisanos en un sistema que no es representativo. Su réplica va directa al meollo del problema que representa una clase política, la partidocrática, por ende ignorante de las propias leyes que elabora sin contar con los súbditos a los que irrepresenta, todo ello para consolidar un conglomerado ideológico en el que pretende hacer florecer el criadero de sus votantes.

Alberto Pérez Giménez analiza el discurso navideño del Rey: "Que el discurso de Nochebuena del Rey es supervisado por el Ejecutivo es algo sabido. Pero este año ha sido el primero en el que sus palabras podrían ser suscritas, de inicio a fin, por el inquilino de Moncloa en una de sus jaculatorias televisadas disfrazadas de comparecencia institucional sin preguntas. [...] En definitiva, cinco palabras para el tarifazo, cuatro líneas para la crisis económica, ni una sola sobre su padre. A cambio, confianza total en la recuperación económica pese a lo que digan las previsiones, orgullo por la recuperación del empleo y presumir de la vacunación para afrontar una pandemia que ha dejado en casa, solos, a muchos españoles viendo el discurso más sanchista de Felipe VI". Todo esto está, empero, en consonancia con el papel que le corresponde al rey en la actual Monarquía de partidos españoles, el de dar un barniz de prestigio institucional al reparto del poder del estado, al saqueo de los súbditos, y a las divisiones ideológicas interesadas introducidas en el sujeto constituyente nacional. Indigno papel, pues, de una institución, que, aparte de consagrar el principio de desigualdad, supone una deshonra para los españoles amantes de la libertad política.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

REVISTA DE MEDIOS DE NOVIEMBRE DE 2021


 

German Lorca [Art Blart blog]


Alberto Iturralde y Emilio Triviño ven en su ya vaticinada marcha atrás en el "decretazo" contra las eléctricas, y en otros como el de las cláusulas suelo, la evidencia de que todos los presuntos mecanismos de control no sirven al súbdito de la Monarquía de Partidos sino al disimulo de la comunión de intereses entre oligarquía política y económica.

El politólogo Santiago Armesilla trata "de lo que Gustavo Bueno llama "Derecha Socialista", la tercera modulación de las derechas alineadas con el Antiguo Régimen (unión del Trono y del Altar), tras la Derecha Reaccionaria y la Derecha Liberal. Armesilla conecta "esta derecha alineada con lo que Marx y Engels exponen en el "Manifiesto Comunista" respecto de los socialismos reaccionarios (particularmente el socialismo feudal / clerical y el socialismo pequeñoburgués) y también con el socialismo conservador o burgués. Todos estos socialismos combinados, que criticaron Marx y Engels, darían lugar a los modelos de derecha socialista desde el Segundo Reich de Bismarck, pasando por el Estado de bienestar de William Beveridge en el Reino Unido y, ya pasando a España, los ejemplos del siglo XX más característicos: Antonio Maura, Miguel Primo de Rivera y Francisco Franco." Así, el vídeo "expone críticamente, desde el materialismo político, lo que fue la derecha socialista: una Contrarrevolución desde Arriba contra la Revolución desde Abajo de las izquierdas definidas anarquista, socialdemócrata y comunista. Y que, por ello mismo, es hoy un fósil histórico repudiado por la mayoría."

La audiencia de Sevilla condena a dos años y tres meses de cárcel al expresidente de Invercaria por un delito de malversación. Comentando esta noticia, Luis Escribano señala que: "Que nuestro sistema judicial sea pésimo se lo debemos, en origen, al sistema partidocrático, que permite que el Legislativo (partidos que aprueban el Código Penal y su ley procesal -Ley de Enjuiciamiento Criminal-) dicte leyes para que la clase política quede impune, tengan penas mínimas (en algunos casos), sean indultados, o consigan toda clase de rebajas en las cárceles (cuando alguna rara vez ingresan). [...] Entre la atenuante por dilaciones indebidas del Juez instructor (bajando las penas), los argumentos de la Audiencia Provincial para librar a Cantos y González (sobrino de Felipe González), y entre esos argumentos que la empresa pública INVERCARIA no considerara mermados sus fondos y que no los haya acusado (¿de qué partido eran los cargos que debían acusar?), unos fondos que eran públicos (¡manda narices los jueces de la Audiencia!), de nuevo se libran o imponen condenas mínimas por esta corrupción política. Si la mayoria de la nación sigue apoyando esta mierda con sus votos a los partidos, seguiremos obteniendo daños y perjuicios a nuestro patrimonio público. Pida a sus vecinos, amigos y familiares que votan a partidos que le explique por qué esos partidos permiten que ocurra...al menos, si no van a dejar de votar, que pasen vergüenza."

Alberto Iturralde y Emilio Triviño analizan el caso de Agapito García, ilustrado en el documental "Hechos probados: terror de Estado", que ejemplifica cómo Hacienda, al servicio de la "ratio status" de conseguir dinero sin límites para un Estado elefantiásico y corrupto, se sirve de un derecho tributario ante el que el súbdito contribuyente se ve indefenso como un delatado a la Inquisición (no necesariamente española, pues hubo otras mucho más mortíferas), obligado a demostrar su inocencia. Para ello, esta Inquisición moderna, a las órdenes de la Monarquía de partidos, que trata a la gente como objetos dilectos de exacción, se sirve del principio inaudito de "solve et repete", es decir, paga para poder reclamar, lo que es, en sí, un atentado a la presunción de inocencia. Si el sufrido penitente tiene dinero para pagar la deuda imputada, la multa y los intereses que taimadamente se dejan correr, podrá recurrir a los tribunales y obtener, con más frecuencia de lo que se cree, la restitución de lo aprehendido (desquitando honorarios de abogados); pero si no tiene solvencia económica, se verá embargado sin piedad, y arruinado quizás de por vida.

Rubén Gisbert señala que el hecho de que los jefes de PSOE y PODEMOS obliguen a sus diputados díscolos a votar por el candidato del PP a la presidencia del Tribunal Constitucional como informa El Confidencial demuestra la farsa organizada en torno al consenso, que sólo lleva a la corrupción. No hay representación política alguna, ni separación de poderes, de modo que el súbdito del régimen, que no ciudadano, no puede hacer nada por controlarlo.

Daniel Ortega se atribuye la victoria en Nicaragua con más del 80% de abstención. La abultada tasa de abstención tiene el efecto de deslegitimar a un gobierno o candidato presidencial, que, aunque acceda al poder según la legalidad del sistema (hasta las dictaduras constituyen estados de derecho, pues en ellos rigen leyes), carece de legitimidad, y su consecuente debilidad lo hará más inestable y propenso a la caída.

Sobre la partidocrática renovación del Tribunal Constitucional se expresa Gregorio Morán en los términos siguientes: "Se ofende a quienes aún creen que los Reyes Magos vienen de Oriente, cuando la verdad es al revés como demostró nuestro emérito yendo a vivir en Abu Dabi y llevándose de paso los regalos. La engañifa del Tribunal Constitucional es una patochada de mafiosillos que han deteriorado la imagen del supuesto guardián de la Constitución hasta límites que rondan el terrorismo de Estado. Por principio se trata de renovar el Tribunal y lo que hacen es pasarlo por la escombrera. No me creo una palabra de que haya dos mirlos blancos y dos grajos negros; cuando alguien participa en una componenda así no hay buenos y malos sino adictos y perversos. Tengo hacia los jueces en general una cierta prevención que viene de la experiencia. [...] Pero me cabe una pregunta ciudadana: ¿el juez Arnaldo no tiene el puntillo de retirarse para dignidad de su gremio y de la Constitución? Doy por ausente la suya. De todos modos el asunto deja muchos flecos, entre otros selecciono la humorada del portavoz de Podemos, el abogado Jaume Asens, que bendijo el trágala “tapándose la nariz”, lo que le ha valido inmerecidas consideraciones. Con toda probabilidad este trepador incandescente no sabrá que esa idea de la pinza en la nariz fue el recurso que inventó el periodista italiano Indro Montanelli, un conservador ilustrado, para orientar el voto hacia la corrupta Democracia Cristiana. Uno se pregunta desde cuándo estos aspirantes a los cielos del poder empezaron a taparse la nariz para no olerse a sí mismos."

Ignacio Ruiz Quintano reflexiona sobre la anulación por parte del TC del impuesto de la plusvalía municipal, y sobre la declaración de inconstitucionalidad de los sucesivos estados de alarma: "Una ministra del Reino promete, subida a un púlpito, y entre ovaciones enfermas de sus partidarios, “arreglar el lunes”, tal que la Camacha de Cervantes en “El coloquio de los perros” (hacer nacer berros en una artesa era lo menos que ella hacía), el cobro de un impuesto declarado ilegal por el TC. En cola, un Tony Manero de la Españeta-teta que hace de presidente declara al mundo de las elites que él, desde luego, volvería a confinarnos contra la Constitución, según dictamen del TC, que con estos respetos viene a ser un busto de Kelsen para que caguen las palomas. Con groserías así, España ofrece oficialmente al mundo la magia política de un hamponato. “Quis custodes?” ¿Quién protege? Nadie. La relación protección-obediencia era el núcleo del dibujo hobbesiano del Estado: tú me proteges y yo te obedezco. Esto lo saben los malos, que intentan conquistar el Estado para hacerse con tu obediencia (además de tu bolsillo) y ahorrarse su protección: el negocio redondo. [...] Del Estado autoritario franquista, con el partido como órgano del Estado, al Estado total progresista, con el Estado como aparato instrumental de los partidos, que son un solo partido, dueño del poder soberano. Nada contra el partido, nada fuera del partido, todo para el partido, todo a través del partido. Al afeitarte, los barberos del sistema te meten en la boca la manzana del “Estado de derecho”, que significa que hasta la violación del derecho puede hacerse de manera legal por los Tom Hagen de la película. Y todo pasa por el miedo, factor del gobierno despótico para Montesquieu y sostén del gobierno revolucionario para Robespierre."

Comentando la información del Saf sobre la situación de la negociación del Anteproyecto de Ley de la Función Pública de Andalucía, Luis Escribano señala que: ""El gobierno del PP y C's pretende colonizar políticamente la Función Pública andaluza, y ha previsto en el Anteproyecto de Ley crear más altos cargos por debajo del rango de Dirección General, para ser ocupados por más políticos nombrados a dedo. Además, en el Anteproyecto evitan regular las infracciones, sanciones y el procedimiento para exigir responsabilidades a los altos cargos directivos. No tienen vergüenza alguna. Estos han venido a heredar y empeorar el caos creado por el PSOE, y el que no quiera verlo, padecerá las consecuencias como el resto de andaluces, salvo que sea un ingenuo u otro corrupto."

A vueltas con el TC y el enésimo reparto de sus magistrados, se pronuncia Ignacio Ruiz Quintano: "la vida llevaría a García Pelayo a presidir el TC de la Constitución del 78, y a traicionarla por Rumasa, y a volver a Venezuela para morir, según la leyenda, de melancolía. Aquella gatada del TC fue el primer clavo en el ataúd del 78; el último lo acaba de remachar Casado al vender su parcela heredada en ese poder constituido que se atribuye poder constituyente, lo que lo convierte en un poder constitucionario. Es el entierro goyesco de la sardina’78. Con su decisión, Casado aplaza la ley de pandemias que nos vendía, versión posmoderna de la ley habilitante de Hitler en Weimar. El TC no es poder judicial –justifica Casado, y no lo hace por el “presque nulle” [sic] de Montesquieu“Poder judicial” sólo es un epígrafe en la Constitución’78 (el término no aparece más), porque, idealmente, no es un poder, sino una autoridad que Casado deslegitima para siempre con su enjuague timótico (de timo, no de ira). Para él la política es un listo (él), un tonto (Ayuso) y un primo (el votante). La estampita de Julián Delgado. La “atonía popular” hace el resto". Todo esto lleva al mismo Quintano a reflexionar sobre los traidores de la Transición y Antonio García-Trevijano: "Quien mejor retrató a estos traidorazos fue el coordinador de la Junta Democrática, que los padeció, y que vio en el espectáculo español a la muerte de Franco el espectáculo francés a la caída de Robespierre: el primer impulso del ejecutivo es continuar el robespierrismo (Arias) sin Robespierre; atropellados por la alegría popular, tras un intento de apertura de Barère (Fraga), proponen un pacto de reconciliación nacional entre represores y reprimidos (reparto de botín, ley electoral apañada), y Boissy d’Anglas (Suárez) presenta una Constitución por consenso (del poder y las finanzas); este Estado, sin división de poderes, es gobernado por Barras (Gonzalón) como botín de una clase gobernante (sindicato de profesionales del poder)… a perpetuidad. Qué desfachatez."

Alberto Iturralde y Emilio Triviño entrevistan a José Antonio Villalba, profesor de matemáticas en Secundaria para hablar sobre la situación de la Enseñanza en España. El profesor pasa revista a los males del sistema educativo actual que parten fundamentalmente de la LOGSE (aunque en épocas anteriores se apuntaban indicios de deterioro), como la bajada de nivel en la exigencia de contenidos, que son sustituidos paulatinamente por la evaluación de las llamadas "competencias", que son procedimientos o técnicas, -y podríamos añadir- la terapeutización de los alumnos mediante diagnósticos y censos, instrumentos de control férreo de los psicopedagogos a través de los departamentos de Orientación y planes de acción tutorial, que contribuyen grandemente a otro de los males de la enseñanza actual, la ideologización interesada manu militari de la actividad docente, que convierte en dogmas de fe vías decreto ideologías como la de género y la "queer". No se pretende, pues, formar a ciudadanos que sepan desenvolverse social y profesionalmente, sino a un precariado laboral sumiso a consignas político-ideológicas (lo único que su escasa formación en la tecnología intelectual que supone su propia lengua les permita asimilar y repetir) que puedan identificar en la correspondiente papeleta de voto que se les indique.