sábado, 31 de diciembre de 2022

REVISTA DE MEDIOS DE DICIEMBRE DE 2022

 



Dash Snow [Fantomatik blog]


El tweet de un profesor universitario calificando la democracia representativa de "liberal, orgánica, y popular", el recuerdo de las afirmaciones de Otegui ( No habría gobierno sin el apoyo de quienes queremos marcharnos de España.), y una acusación de flagrante nepotismo llevan a Ignacio Ruiz Quintano a reflexionar sobre el concepto de "violencia política" vehiculado por los medios gubernamentales, encabezados por El País, y la perversidad del régimen partidocrático, donde la inseparación de poderes hace que el poder ejecutivo se jacte incluso de ser él el que legisla: "A la violencia ontológica de tener a Otegui de jefe real del gobierno de España, la ruidajera mediática opone, como paliativo, la acusación de “violencia política” a una diputada de la oposición que en la tribuna dijo “Jehová”, como el anacoreta de “La vida de Brian”, al llamar “nepote” a un miembro del gobierno que se defendió en su banco azul prometiendo “acabar” con los bancos rojos (“banda de fascistas”) de la diputada a lapidar. Los insultos de la extrema derecha preocupan cada vez más a los partidos, que piden cambios para evitar la degradación del Parlamento –tituló el diario gubernamental. España es un país tan anómalo que a su Parlamento no lo degrada confinar ilegalmente a la población “porque no sabíamos qué hacer”. Ni siquiera lo degrada la existencia del Banco Azul, expresión en cuero o skay de que el gobierno es el legislador, el juzgador y el ejecutor (¿cómo hablar libremente delante de quien te puede encarcelar por hacerlo?). De hecho, los ministros presumen de legislar y dan su nombre a las leyes [...] En las discusiones constituyentes, Robespierre había defendido la separación de poderes (concepto desconocido en España, donde toda teoría política son tuits de Errejón para los jóvenes y jaculatorias del diario gubernamental para los “boomers”), doctrina que conducía a negar a los ministros el derecho “de entrada y de voz” en el cuerpo legislativo. Todo lo que tiende a confundir los poderes aniquila el espíritu público y las bases de la libertad –dijo el Incorruptible. Entonces los “pâtissiers” de la situación, aunque sabían que si el rey o sus ministros entraban en la Asamblea el cuerpo legislativo dejaba de ser cuerpo deliberante, pastelearon la solución del banzo azul, cargándose (para siempre en Europa) la Constitución, cuya única función es separar los poderes, salvo la del 78, que lo único que constituye es un puente vacacional en diciembre, como corresponde a una democracia profesoral de banco azul y banco rojo, “representativa, liberal, orgánica y popular”."

En su lúcido artículo Irene González analiza las fallas del régimen político del '78, que lo han llevado al colapso actual ("Desde el inicio hubo fallos en la estructura que fijaban una fecha de término para el débil edificio, como la perversa organización territorial, la no división de poderes y la partitocracia") con el fracaso de su mito fundacional, el del consenso, o sea, el pacto para el reparto del poder, entre las oligarquías políticas herederas del Estado franquista ("Para ocultar esas grietas de estructura del edificio constitucional se proclamó el mito del consenso, tan valioso por las sombras de la época por lo vivido de aquella generación"), cuyo pecado original señala acertadamente la articulista ("La realidad es que el texto de la Carta Magna no se elaboró con luz ni de forma transparente. Al contrario."). Las tensiones internas del sistema han conducido a que la oligarquía partidocrática tienda a transformarse en una tiranía similar a aquélla de la que deriva, de mano de lo que Ignacio Ruiz Quintano llama "consenso separatista", cuyos actantes principales son el PSOE, mayor sostén y beneficiario del régimen actual, y heredero -según afirmaba García-Trevijano-, de la base social del Franquismo, y las facciones separatistas, ansiosas por detentar sus propios estaditos de impunidad absoluta; régimen que quizás fracase por las tendencias centrífugas que alberga ab ovo, y por la estupidez de sus promotores socialistas, en su pretensión de trasladar la organización federal del partido a la nación política española, que será la que acabe pagando todos estos experimentos parasitarios, concebidos bajo el paraguas de la madrastra europea y otanista ("Lo que fracasó fue el proyecto del independentismo catalán, pero no el del PSOE, que arrancó en 2004, en connivencia con ETA, a otra velocidad, con plazos distintos a los de la agenda judicial de Artur Mas. Una república fragmentada en la que España queda diluida y reducida a financiar los territorios del hecho diferencial que perpetúa a la izquierda en el poder. Un Congreso fragmentado en el que se reproducen los sobrerrepresentados partidos regionales de cuya supervivencia depende apoyar al PSOE, formando entre todos un magma viscoso y parásito de los españoles que mina nuestros derechos y libertades [...] Un proceso acelerado por la excepcionalidad de la pandemia, utilizada para extender la impunidad de un poder cada vez más concentrado en un vértice político y con menos apoyo en las urnas. Una España dividida internamente en territorios, con un presidente sin controles, ni barreras más allá de unas elecciones cada cuatro años —¿realmente será eso un obstáculo? Es el sistema político perfecto para diluirse en un gobierno global, someterse a instituciones supranacionales que envíen dinero digital y a obedecer agendas bélicas, de género, energéticas y climáticas que van en contra de los intereses de los españoles. No podemos decidir nada, lo ha dictado el nuevo mito de nuestra generación, la Unión Europea.") Irene González concluye brillantemente su artículo señalando la actitud de la "oposición" dirigida por un excacique regional que ha ejecutado en su Taifa la misma política de limpieza lingüística educativa que en Cataluña, cuyo partido hace alardes de vexiloide catetismo protonacionalista en Andalucía, prueba de que encontrarían su acomodo en ese quimérico "Estado compuesto" ("La actitud del principal partido de la oposición hace sospechar que Feijóo y el andalucista Juanma Moreno se sentirían plenamente cómodos en el nuevo sistema posconstitucional de una España fragmentada y sujeta a una agenda global con un poder impune e ilimitado. Un relevo en el Gobierno no cambiaría lo necesario.")

Francisco Lázaro analiza la numerosa presencia de refugiados ucranianos en Bilbao: "Basta un paseo por el barrio para darte cuenta de lo frágil que es esa burbuja propagandística creada por la OTAN y los medios de comunicación al servicio de Estados Unidos y los gobiernos europeos. En Bilbao hay gran cantidad de refugiados ucranianos [...] solo un 15% del territorio ucraniano se encuentra ocupado por los rusos. Sin embargo, los refugiados proceden de todas las zonas geográficas del país. Y esta es la verdad. No las milongas que te cuentan en los medios (que no suelen entrevistar con frecuencia a refugiados ucranianos, por las razones obvias que aquí os cuento). Mujeres y niños siguen a los cabezas de familia porque no les queda otro remedio. En un país arruinado por la corrupción, los conflictos civiles y la guerra, sin cobertura social efectiva, la pérdida o mutilación de uno de los progenitores significa la ruina familiar. Y quedarse en el país no es una opción viable [...] A mi me parece muy bien que estas familias se vayan de Ucrania y vengan a España mientras dure la guerra, incluso definitivamente. Hay que ayudarles en lo que se pueda, no solo pensando en el aporte de sangre joven para una sociedad demográficamente envejecida como la nuestra. Es bueno alejar a niños y jóvenes de las zonas de conflicto. Esta es una buena vida -pese a todos los esfuerzos que los gobiernos socialsoviéticos de Europa están haciendo por arruinarla-, y no hay razón para que una persona joven renuncie a las oportunidades que se le ofrecen para morir o quedar lisiada en un enfrentamiento que solo beneficia a Estados Unidos y a una camarilla de aparateros corruptos como Ursula von der Leyen o Josep Borrell que, bajo el pretexto de defender las libertades occidentales, lo único que persiguen es su propia promoción personal como facilitadores de una guerra por poderes de la OTAN contra Rusia."

Rubén Gisbert analiza la pesadilla totalitaria que supone la propuesta de euro digital lanzada por el Banco Central Europeo, que podrá controlar en beneficio de la burocracia corrupta de la UE todo el tráfico económico en sus países miembros, pues se reserva el derecho de control sobre éste, y que puede derivar en bloqueo de iniciativas sociales y políticas cancelando operaciones económicas. Gisbert concluye que esto puede darse por la inexistencia de una verdadera estructura democrática supranacional, muy distinta de la UE actual al servicio de las partidocracias occidentales. El mismo Gisbert denuncia que el congreso de los diputados reformó el delito de malversación de fondos públicos y despenalizó la sedición de acuerdo con las exigencias de ERC para que apoyaran los presupuestos de 2023. Esto supone la legalización y despenalización de tipos delictivos que mayoritariamente solo pueden cometer los políticos. Y se pregunta por qué ocurre esto. La respuesta está en el devenir lógico de un sistema corrupto que la Carta Otorgada de 1978 apuntalada en su infame artículo 2 con la puerta abierta a las llamadas "nacionalidades", que dieron paso al funesto sistema de las Autonomías, que conformaron grupos de poder regionales de clientelismo político y onerosísimas duplicidades administrativas. Todo esto no sucedería si existiera representación política de distrito con mandato imperativo y potestad de revocación, y existieran medios de controlar y limitar la acción del poder político. Finalmente, el analista comenta una de las noticias más polémicas del fin de año: "El TRIBUNAL CONSTITUCIONAL ha fallado por mayoría admitir a trámite la demanda del recurso de amparo de los diputados del PP en contra de la reforma del PSOE para designar a los miembros de dicho tribunal por mayoría simple, por ver vulnerado su derecho a designar ellos por mayoría cualificada a los miembros de dicho órgano del Estado... ¿Qué significa todo esto?", pues para él la evidencia del escándalo de que sea la clase política la que elige a miembros del TC y del CGPJ. En la circunstancia actual se mantienen ambas instituciones con mayoría elegida por el PP, y el gobierno actual busca cambiar la situación en su propio beneficio, tal como hizo el PP en el 2013 con el CGPJ. A través de su recurso de amparo el PP pide parar el proceso, pero no por interés ciudadano, sino por reclamar su privilegio antidemocrático de elegir a los magistrados. Insiste Gisbert en que el TC avala las acciones de los políticos que lo nombra, y, es un foco de corrupción, por no basarse en criterios jurídicos, sino de conveniencia política. Lo que está en juego es si se da un paso más en el control del TC por el poder político, no su existencia, que es de por sí perniciosa. Y cabría, añadimos, no caer en la trampa terminológica de los medios del régimen que hablan de magistrados "conservadores" y "progresistas", cuando habría que llamarlos "elegidos y al servicio de -respectivamente- el PP y el PSOE, pero esto haría que hasta el más lerdo empezara a darse cuenta del inmenso engaño corrupto de nuestra partidocracia.

Luis Escribano denuncia que con la aprobación de la nefasta Ley 20/2021, de estabilización del empleo público temporal, los Ayuntamientos y otras Administraciones Públicas están convocando concursos de méritos para hacer fijos a sus empleados temporales...sin oposición. Luego -añade- vendrán las quejas y lamentaciones por lo mal que funcionan las Administraciones y por empleados ignorantes e incompetentes. Sin democracia formal, vamos al abismo, y no será por falta de advertencias: "los partidos políticos pervierten las normas que ellos mismos aprueban, y lo excepcional lo convierten en lo ordinario, con una clara vulneración de derechos fundamentales de los españoles. Y la nación española lo admite como algo natural, aunque luego muchos de sus miembros no paran de quejarse del bajo nivel que tienen muchos empleados públicos. Si lo analizan con esmero, es una contradicción que la mayoría de españoles exija resultados de lo que en verdad depende de ella misma. El día que dejen de votar, podrán poner fin a estas aberraciones. Como he reiterado en anteriores ocasiones, los partidos políticos no cesan de tomar por imbéciles a la mayoría de los españoles, vistas las tragaderas que tienen con todo tipo de abuso de poder y mientras sigan votándolos como fieles seguidoresSi observan cómo funciona la partidocracia, los partidos crean los problemas y ellos mismos los “resuelven” saliendo impunes siempre. Y, sin pudor alguno, lo venden como un éxito, sin que el pueblo español reaccione. Según parece, actuar como un ser irracional en este mundo está muy valoradoPero no olviden algo trascendente: en una democracia formal, es la nación (el pueblo) el que se otorga a sí mismo los derechos y libertades fundamentales, sin que ningún poder del Estado pueda modificarlos o moldearlos a su antojo. Por eso, cuando observen que el Tribunal Constitucional matiza la aplicación de dichos derechos y libertades para ayudar a los partidos políticos que nombran a sus componentes, les aconsejo que nieguen siempre la mayor. Si observan con detenimiento, los partidos políticos españoles, que no dejan de ser partidos de Estado, no paran de moldear a su antojo dichos derechos y libertades fundamentales, usurpando al pueblo lo que le pertenece. Y ya saben que, el que otorga, puede quitar. ¿Hasta cuando dejará la nación española que los partidos políticos sigan mangoneando sus derechos o libertades fundamentales? ¿Qué más evidencias necesitan para poner fin a esta dañina partidocracia?"

Cerrando el año, Luis Riestra analiza la evolución de la política de contención de la inflación en España: "La ceguera, incompetencia e intereses sobre este asunto son de tal calibre que, alarmado, tuve que calificar a la ministra Ribera, vinculada a Davos, de "ministra mata pobres" en el artículo "Inflación progresista", apelativo que se ha ganado con creces y que no se quitará con esta pausa, que ya ha avisado que todo es temporal y la agenda 2030 tiene mucho saqueo pendiente [...] Mientras los señoritos del lobby de los insectos nutritivos están a sus fantasías para vivir del trabajo ajeno y cargarse otra industria en la que España es puntera, la agroindustria; los alimentos, un rubro muy afectado por el salario mínimo, el transporte, la energía, los fertilizantes (tema del que llevamos más de una año alertando), insecticidas, etc. se han disparado al 15,3% anual (línea roja punteada, gráfica anterior). Aprovechando esa calamidad, la ministra de Transición Ecológica ha venido a salvarnos y nos ha perdonado (de momento) un impuesto sobre los plásticos con el que quiere recaudar otros 800 millones de euros, otro insumo necesario en una actividad que ha debido industrializar más su distribución minorista, dadas las cargas que suporta la actividad y una población expoliada que hace más horas que un reloj para pagar tanto invento parasitario. No teniendo suficiente, en otro más de sus alardes de sadismo globalista y mientras tiene a los españoles a dos velas mordiendo la acera, nos mete una campaña acusándonos de derrochadores. Así hasta que les pongan una camisa de fuerza. [...] ¿Pero, de dónde sale esta gente que nos gobierna, que tanto daño han hecho a nuestra demografía, y que ahora van obsesionados con adoctrinar a los niños y autorizarles una mutilación que solo debería permitirse a un adulto muy bien informado? La respuesta la conocen, la hemos tratado aquí muchas veces, la última al analizar el interés de España y la OTAN, sale del sistema electoral, uno que produce dos consecuencias ineludibles: una, la mala toma de decisiones, la otra, que cada vez genera peores gobernantes. Con esa mala forma de gobierno se ha de vencer la espiral inflacionaria y hacer lo más difícil: políticas de oferta. En todo caso y aunque podría ser mucho mejor, que tengan Ustedes un muy feliz 2023."


viernes, 2 de diciembre de 2022

REVISTA DE MEDIOS DE NOVIEMBRE DE 2022


 


Jill Frank [Spencer Alley blog]



Martín-Miguel Rubio Esteban analiza el legado intelectual y político de Antonio García-Trevijano dentro del concepto gramsciano de hegemonía cultural ("El mensaje político de Antonio, coherente y tantas veces repetido desde hace más de treinta años, forma parte ya de la hegemonía cultural, y ya cualquier ciudadano medianamente informado conoce las trampas y siniestros cambalaches en que se funda nuestro sistema político. Lo que fue un análisis crítico de una sola persona, hoy ya forma parte de las ideas generales, de la conciencia de la ciudadanía española. Y no puede durar mucho un sistema político cuyos fundamentos morales están reprobados ampliamente por la hegemonía cultural del momento."), e incide en las características de nuestra falsa democracia, denunciada por aquél ("Hoy la situación de nuestra libertad está aún peor que en vida de Antonio. Sus negros pronósticos se van cumpliendo cada día con mayor desvergüenza. Al no existir un número mínimo de quorum en la participación electoral, ya no es que en España no exista la Democracia (separación de poderes) ni el sistema sea representativo (candidatos a distritos uninominales seleccionados por el pueblo), sino que el sistema sobrevive aunque sólo sean sus participantes-palmeros los amigos, conmilitones y familiares de los candidatos de los propios partidos políticos, que ya se nos desvelan claramente como empresas voraces muy jerarquizadas de la gestión pública. Pero la culturización política que supone la gran figura de Trevijano irá empapando al pueblo de los conocimientos básicos para que sin violencia nos podamos zafar pronto de la mafia partidocrática de la que hoy somos puro objeto de ludibrio. En nuestra falsa Democracia de participación indirecta no representativa no se votan individuos ni personas, sino colectivos empresariales que ellos mismos acuerdan las mordazas al pueblo en los oscuros mechinales del poder. La Soberanía (Bodino) del Estado español no ha residido jamás en esta “Democracia” en el pueblo español, ni tampoco en la Corona, sino que viene residiendo “realmente” en dos casas de Madrid situadas en las calles de Génova y Ferraz. Como decía el maestro con profundidad, “los partidos estatales, únicos agentes de la acción política, son los únicos sujetos de la historia”.)

Hughes analiza el rechazo de la llegada a Twitter de Elon Musk como una reacción del consenso creado por las Big Tech y los gobiernos para establecer "un discurso manufacturado, crea una verdad. Aquí se llegó a proponer por el racionalismo afrancesado un ministerio de la Verdad, pero sin llegar a tanto nos hemos acostumbrado a las agencias de verificación y a los validadores a su vez validados por instancias oficiales (curioso: yo te valido, tu me verificas). Verificar se ha convertido simplemente en ‘hacer verdad’. Esta unión crea un discurso único, desde arriba, de arriba hacia abajo, en monopolio, no democrático e intransigente. Lo que no entra en el discurso no es sólo no-discurso, es ‘desinformación’ susceptible, por tanto, de ser suprimida y de ser suprimido quien la emite. Esta desinformación se estigmatiza con categorías infamantes y se tipifica y es subsumible, entra perfectamente, en el mundo actual del discurso hegemónico del género o la ecología: la desinformación linda con el discurso de odio.Verdad oficial, es decir, verdad ‘verificada’ es discurso sin trazas de odio. Como una verdad para celiacos-wokistasEl control del discurso y la definición de esta verdad oficial consensuada supone la implicación de las tecnológicas, los gobiernos, los verificadores y de los expertos, figura fundamental que recibe, con Musk, un golpe a su autoestima y también a su estatus [...] Verlos nerviosos ya es algo. Ya es mucho, Elon. Gracias. Pero él quiere más. Ha dicho que aspira a que “Twitter sea la fuente de información más precisa del mundo”. También respondió a un periodista que el problema era que se creían “la única fuente de información legítima”. De estas palabras se puede colegir que Musk entiende la posibilidad de una fuente alternativa de información y, aceptada esa rebeldía, que aspira a que Twitter sea la forma más precisa de todas. Que hay competencia y la quiere ganar. No ser la más potente, ser la más precisa. La más capaz de alcanzar mediante su juicio la verdad [...] Aunque Twitter no se desarrollase como “la fuente de información más fiable”, ya estaría bien si volviera a ser esa tecnología-zoco donde todo pudiera correr libremente. Que garantizara, simplemente, la libertad de expresión, que no es tampoco una expresión sin reglas."

Irene González señala en su artículo que la eliminación del delito de sedición, que beneficia a los actores del golpe de estado de 2017, responde a motivaciones que van más allá de la coyuntural necesidad de apoyos parlamentarios: "El problema no está en la compañía legislativa del PSOE, sino en el PSOELa despenalización de la sedición forma parte del proyecto socialista de debilitamiento de las instituciones, pero especialmente de la nación, como condición necesaria para ejercer un poder sin control y sin consecuencias en un sistema destruido y desvirtuado." La autora señala "fallos estructurales" en la llamada Constitución del 78, que abrieron el camino a lo que llama "Estado Covid" en 2020, que marca el inicio del "nuevo sistema de poder" (podemos recordar así que el Tribunal Constitución condenó como anticonstitucionales los estados de alarma decretados por el gobierno, sin que esto haya tenido ninguna consecuencia para sus promotores, ni haya provocado la menor reacción en una sociedad adormecida y atemorizada). Acierta, en fin, Irene González al concluir que "El problema no es legal, ni siquiera meramente moral, sino de poder, de sistema, de nación sin herramientas para defenderse." Al no existir separación de poderes en origen ni principio de representación política que permita a los electores -que no votantes- elegir a un representante ante el que tengan que responder de sus actos -características de nuestra antidemocracia o Estado de partidos-, la nación está, efectivamente, a merced de una clase política parasitaria.

El mismo Martín-Miguel Rubio Esteban en su serie de Remembranzas trevijanistas recuerda la denuncia de García-Trevijano sobre la inexistencia del principio de representación en el Estado de partidos: "“Nuestra Constitución de 1978 perdura porque no se cumple”, decía nuestro Antonio García-Trevijano. Efectivamente, el propio Tribunal Constitucional ha dejado paladinamente claro, ya varias veces, que los escaños pertenecen al diputado elegido, y no a su partido, y que, por tanto, no puede existir ninguna razón constitucional para expulsar a los malfamados “tránsfugas” del Parlamento. Sin embargo, el diputado que no es ignominiosamente rastrero ante su Jefe de Partido no vuelve a repetir jamás en las listas electorales. Secuestrados los poderes del Estado por los Partidos Políticos, la participación política de los españoles se hace imposible a pesar del papel mojado de nuestra Constitución, una Constitución que perdura porque no se cumple. Así, el indulto no se concede a los súbditos, sino que es una patente de corso exclusiva para la clase política a fin de que ésta pueda seguir realizando sus crímenes sin castigo ni responsabilidad alguna. Un sistema político que garantiza que diez de los doce miembros que componen el Tribunal Constitucional sean nombrados por los Partidos Políticos se asegura mafiosamente que los agentes judiciales más lacayos y rastreros sean miembros de dicho Tribunal, excusándose de ejercer tamaño deshonor en tan alta función los jueces más ejemplares y honestos. Los buenos ya no quieren con sus personas aumentar el número de los rastreros". La supervivencia de este régimen es indisoluble de la servidumbre voluntaria de la sociedad civil: "En el fondo no hay mucha diferencia entre el consentimiento popular que prestan las masas al gobierno de un dictador y al que otorgan las mismas mayorías sociales, en las urnas, a las oligarquías políticas que las maltratan y desprecian en nombre de la “democracia”. El argumento de que se vota a lo menos malo, dentro de lo que hay, era para Trevijano una versión suave, pero paladina, de la justificación y legitimación del servilismo político por la sola circunstancia de que los gobernantes no son tan malévolos como podrían ser. Por lo que, sean como sean, les deberíamos estar siempre agradecidos. La mínima protección que brinda a las masas el estado del bienestar, y que los gobiernos podrían suprimir o disminuir, como ya empieza a sugerirse en esta Europa confrontada contra sí misma, establece un vínculo moral de agradecimiento canino de las clases pasivas y subvencionadas al dictador, o al jefe de la banda gobernante que mantiene las migajas de los auxilios sociales."

A cuenta de la escandalosa reducción de penas para abusos y agresiones sexuales que conlleva la llamada ley 'del sí es sí' Irene González atina plenamente al calificar a sus ineptas promotoras no como feministas sino como generistas: "Son soberbias porque se saben impunes, poderosas. Son víctimas, pequeños dioses de nuestro tiempo. Mujeres que dicen ser un constructo social y viven del género. No son feministas, sino generistas, alejadas de la realidad de la mujer que ha sufrido o sufrirá una violación. Son buenas representantes de una agenda ideológica global con enormes presupuestos de lobbies." Una consigna ideológica -no hay abuso, todo es violación- ha dado lugar a este desastre, como indica Irene González ("Aquellas concentraciones frente a los Juzgados tras la sentencia de la Manada en las que prometieron que no habría abuso, todo sería violación. Esta el la clave del desastre. Para que todo fuese considerado violación había que reducir la duración de las penas, pues bajo un mismo término se estaban englobando actos de distinta gravedad. Cuando todo es violencia, incluso una mirada, un piropo, la violencia real deja de tener la misma gravedad. Quisieron que todo fuese violación y con ello consiguieron abaratar uno de los peores crímenes contra las mujeres. Los datos de agresiones sexuales en manada no han dejado de crecer desde que se creó el Ministerio de Igualdad, contrario a la ciencia criminológica y al derecho. Ir de convivencias a una Fundación de la ONU no es lo mismo."), perpetrado por un grupo de ignorantes sectarios que legisla desde el poder ejecutivo; nada más lejos, de hecho, de una auténtica democracia donde sería la nación la que legislaría a través de una asamblea de verdaderos representantes de distrito no sometidos a listas cerradas -o abiertas, lo mismo da- de obediencia debida al jefe de cada partido.

Rubén Gisbert señala los dos errores de la llamada ley 'del sí es sí' que ha llevado a la escandalosa reducción de penas para delitos sexuales que se ven obligados a dictar los jueces según establece la propia Constitución: por un lado, la eliminación del delito de abuso, y por otro, la exclusión de la penalidad en los casos en los que ha habido consentimiento aun tratándose de un menor. Gisbert interpreta este despropósito criminal como una manifestación más de nuestra perversa y estulta partidocracia, donde los poderes no están separados, dando lugar al que sea el poder ejecutivo el que legisla desvergonzadamente, pues no hay un poder legislativo que represente a la nación, pues quien detenta el poder ejecutivo controla el poder legislativo y el judicial, como en el Franquismo.

Sobre la supresión del delito de sedición, pactada por el actual gobierno con sus socios separatistas, Ignacio Ruiz Quintano señala que la desnaturalización de tal delito procede ya de la Dictadura, y que la degeneración de ésta -hablando en términos aristotélicos-, la Partidocracia no ha hecho que ahondar en tal proceso, según el principio de "la ley a la ley", que impidió la ruptura democrática, y es una de las causas del actual y futuro consenso separatista, que avanza hacia la liquidación de la nación española, que será eliminada como sujeto constituyente, sometida al control de varios estaditos partidocráticos: "¿Qué significa pacto? Pacto, en política, significa componenda, es decir, oligarquía. ¡Nuestra famosa oligarquía de partidos! Si hay pacto, no hay democracia, pero esto no lo sabe un país que lleva medio siglo oyendo que democracia es el arte de pactar. ¿Qué es el catalanismo sino pactismo? Y de la necesidad de pactos surge la corrupción, cuya apoteosis sería “el Pacto de la Sedición” [...] ¿Qué significa sedición? Por el único pensador político que estudió “la anomalía española” [Antonio García-Trevijano], sabemos que en el franquismo, porque el Régimen procedía de un alzamiento, los delitos de rebelión y sedición fueron sacados de su sitio (delitos contra el Estado y la Nación) y desviados hacia el orden público. El parchís kelseniano de la Santa Transición (de oca en oca y tiro porque me toca) sólo tuvo que reorganizar el juego: sobre la masa madre del Código del 73, los pasteleros del 95 amasaron la rebelión como delito… ¡contra la Constitución!, y la sedición, como delito… ¡contra el orden público! [...] La cosa, desde el principio, fue que nunca pudiera ser perseguida la sedición, razón por la cual las resoluciones del Tribunal Constitucional no fueron de obligado cumplimiento hasta la reforma de Rajoy (por otros motivos), y aun así ahí tenemos, sin sanción, los confinamientos anticonstitucionales de la llamada pandemia. Ahora, como diría la Jurado, ya es tarde, y el final de la Nación española que fue queda en manos de las cabezas jurídicas de los Bolaños y los Pons, cuya ciencia del Derecho es la ciencia matemática del Consenso (la repartija). [...] Y no. No es Sánchez. Es (de la ley a la ley) el Régimen."

Juan Soto Ivars entrevista a los profesores Xavier Massó e Irene Murcia, organizadores del congreso "La necesidad social del conocimiento" (Barcelona, 26 de noviembre). Éstos señalan la aberración que supone que los profesores estén subordinados a los pedagogos ("La pedagogía como auxiliar del profesor, buscando técnicas, escuchando y dialogando con los equipos docentes. Pero lo que tenemos es el pedagogismo: una idea del trabajo de los pedagogos como el alfa y el omega de la educación, con los profesores al servicio de sus cruzadas, y molestando lo menos posible. Es una aberración conceptual [...] Desde la pedagogía se proponen soluciones aparentemente científicas que no tienen ningún respaldo científico. Es llamativo en la última reforma educativa, pero no se queda ahí. La formación continua de profesores la dan pedagogos. Yo he ido a muchos cursos, y son una decepción absoluta. Repito: es gente hablando como si tuviera un método científico de aprendizaje, y diciendo cosas sin el más elemental respaldo científico. Hacen propuestas imposibles de llevar a la práctica, y entonces el problema es tuyo, del profesor, que es un inútil y un reaccionario."). Analizan acto seguido la definición que se puede dar de las "competencias" y la evaluación basada en ésta, así como el papel que da al docente el constructivismo pedagógico, vigente como sustrato ideológico desde los tiempos de la LOGSE ("Mira, la OCDE entiende por competencias una combinación de conocimientos, destrezas, actitudes y valores. Suena bonito, ¿verdad? Pues es inconcreto. Pero además, si tú miras la definición de competencias que dicen aplicar en nuestras leyes educativas, resulta que los conocimientos desaparecen. Empezamos a hablar de "saber hacer", etcétera. Este énfasis en la enseñanza competencial consiste en convertir la escuela en un centro para tener entretenido al personal hasta que, a los 16 años, entra en edad laboral. Y por el camino, falsear los criterios de evaluación para que parezca que han aprendido mucho, y quedar bien en los rankings [...] El dogma detrás de todo esto es el constructivismo social, cuyo enunciado fundamental es que los conocimientos no se pueden transmitir, sino que se los construye cada cual en su propio psiquismo. Bajo este paradigma, el profesor es un "coach", un orientador, un mediador.") Se señala a esta ley como punto de inflexión negativo, que ha traído como consecuencia la bajada organizada de niveles, y la primacía creciente del adoctrinamiento sobre la transmisión de conocimientos "poderosos" ("Los planes de estudio que impuso la LOGSE no han cambiado. Es una de las razones fundamentales del deterioro escolar progresivo. Cada partidito trae su reformita, pero la LOGSE sigue siendo la madre de todas. La rebaja de contenidos desde entonces es progresiva y escandalosa. Ahora, viendo que el desastre es mayúsculo, cambian los criterios de evaluación para que sea imposible evaluar. Y verás cómo suben las notas. Algunos aprobarán a todo el mundo para no meterse en líos [...] Si tú vacías la escuela de conocimientos, lo único que te queda es adoctrinamiento, ideología. Una educación cívica en valores, que habría que ver también cuáles son, redunda en el adoctrinamiento típico del modelo totalitario. No exagero. Si tú coges las premisas educativas del fascismo italiano, las del ministro Gentile, te sale eso: cuatro cosillas para que el niño sepa hacer funcionar la planta en la cadena de producción de la factoría Fiat y todo un modelo ideológico de justificación de un sistema del cual se te ha impregnado. Es lo que decía Aldous Huxley: la dictadura perfecta es aquella que los ciudadanos no conciben como tal. Y eso empieza en la escuela.").


lunes, 31 de octubre de 2022

REVISTA DE MEDIOS DE OCTUBRE DE 2022

 



Frank Horvat [Art Blart blog]



En su balance COVID-19 de septiembre Miguel Sebastián señala la falta de fiabilidad de los datos estadísticos españoles: "como ya hemos comentado en muchas ocasiones, la calidad de los datos españoles es cuestionada por todos los analistas. No se reportan las incidencias del conjunto de la población, el nivel de testeo es muy bajo y no se toman en cuenta los positivos del test de autodiagnóstico, que se compran en las farmacias, excepto para la población cuya edad exceda los 60 años. La estrategia de frenar la información para que la gente se olvide del Covid se ha visto truncada por el contagio del presidente del Gobierno y de buena parte de la delegación española que le acompañó en su viaje a Nueva York, con motivo de la Asamblea General de Naciones Unidas. Otros líderes europeos, como el canciller alemán, también se contagiaron. Todo esto a los pocos días de que el presidente Joe Biden afirmara que "el Covid se había terminado en EEUU". Los casi dos millones de casos nuevos y los 11.000 muertos registrados en su país durante septiembre deberían invitarle a la prudencia [...] En septiembre, según las cifras del Ministerio de Sanidad, se registraron en España 1.375 fallecidos por Covid-19. Se trata de una gran mejoría con respecto al mes pasado (2.085) y con respecto a septiembre del año pasado (2.075). Pero sigue siendo un número muy elevado: 46 muertos por día de media, niveles tan malos como los de diciembre pasado, en pleno arranque de la 6ª ola. La cifra, además de dolorosa, vuelve a dejar en ridículo los datos de contagios del mes: 77.300. Si esta cifra de contagios fuera creíble tendríamos una letalidad del 1,8% frente al 0,32% del total mundial, que incluye a países con un nivel de vacunación muy inferior al nuestro. Para obtener una tasa de letalidad razonable, nuestro número de contagios mensuales en septiembre se situaría en el entorno de los 460.000, que es una cifra más cercana a la de Italia. Por ese motivo, insistimos una vez más, sin acritud, que los datos de contagios de España no tienen ningún valor estadístico. Pretender que en España ha habido 13,4 millones de contagios, de una población de 47 millones, es otra forma de ver lo irrisorio de estas estadísticas, pues es difícil conocer a gente que no se haya contagiado al menos una vez.Desde hace tiempo, el INE debería haber asumido la gestión y publicación de los datos de la pandemia en España para evitar el deterioro que sufre la imagen internacional de nuestro país."

Ignacio Ruiz Quintano recuerda el falso debate sobre el fascismo generado por las elecciones italianas, y afirma, para "todos esos ratones que no nos dejan dormir royendo lugares comunes en su guerra de almohadas contra el fascismo: en los Estados de Partidos todos los partidos, todos, son fascistas". Pasa acto seguido a analizar la diferencia entre democracia representativa norteamericana y el Estado de Partidos europeo: "En la democracia representativa (la americana y se acabó) los partidos son intermediarios de la sociedad (al menos hasta el triunfo del “totalitarismo invertido” acuñado por Wolin). Pero en la “democracia liberal”, como llaman los liberalios al Estado de Partidos europeo, convencidos de que así lo arreglan, los partidos son órganos del Estado: todo en el Estado, todo por el Estado, nada sin el Estado. Para los europeos, el totalitarismo es un estado del espíritu (y de lo otro), y todos somos totalitarios sin saberlo, como descubrimos al ver a nuestros vecinos aplaudir en el balcón a los carceleros de su confinamiento ilegal, el mayor crimen político que puede cometer el poder contra su propio pueblo, con las consecuencias (ninguna) que ya hemos visto [...] ¿Qué se proponen las Melonis? ¿Subordinar el legislativo al ejecutivo? ¿Cómo? ¿Con el ejecutivo haciendo, no las leyes, que ésas vienen hechas como las pizzas de antros que nadie ha votado, sino las listas de paniaguados del legislativo que así, y merced al sistema proporcional, únicamente representan a sus jefes? Voces de “¡Fascismo!” “¡Fascismo!”.

Alberto Iturralde y Emilio Triviño anuncian el I Encuentro para la Libertad Política el 15 de octubre en Málaga, y se hacen otras preguntas: "¿Quién verifica a los verificadores? ¿Por qué una plataforma de difusión se erige como como la garante de la veracidad, incluso cuando son los propios protagonistas de la noticia quienes la cuentan? Cada día es más frecuente que las empresas privadas, a veces por orden de organismos políticos, impidan la libre expresión y la libre información en Occidente, tal fue el caso reciente de La Reunión Secreta".

Irene González plantea la aparente paradoja de que en nuestro entorno político-geográfico sea difícil mantener una postura no beligerante respecto a la guerra de Ucrania: "Vivimos en una democracia tan liberal que mostrar preocupación y rechazo a la posibilidad de una guerra nuclear en suelo europeo se considera putinista, alta traición o lo que es más ridículo: equidistante. En el mundo libre y de la razón que representa Occidente se ha vuelto algo peligroso pensar y hacerse preguntas para entender cuanto afecta a nuestra vida, todo lo que nos rodea, que es precisamente lo que determina a una persona como civilizada y no su tarjeta de crédito [...] De repente, los telediarios normalizan la posibilidad de un ataque nuclear y no se puede hacer una reflexión ni mostrar una preocupación ante ese escalofriante escenario. Respecto a la guerra de Ucrania no pueden aportarse datos históricos, como la realidad rusa de Crimea desde 1783, cuando Catalina II la consiguió del turco. No se puede mencionar el contexto étnico y lingüístico del Donbás, en guerra desde el 2014, ni de los sucesos de Odessa de aquel año. No se puede hablar de antecedentes al conflicto, ni de intereses de terceros países en él ¿Por qué desde 2014 cualquier suceso en Ucrania lo trataba el Kremlin con la Casa Blanca y no con el nuevo Gobierno de Kiev, como si hubiese sido elegido desde ella? ¿No es una democracia? ¿Por qué Rusia pide asegurar el suministro de agua a Crimea?" Ante esta situación, la articulista señala la situación de indefensión del súbdito, que no tiene ninguna manera de pedir cuentas a un poder ejecutivo que carece de controles en esta partidocracia: "No podemos hacernos preguntas, no podemos acceder fácilmente a la información, no podemos exigir que rindan cuentas. No podemos dudar ante los entusiastas del camino hacia una guerra nuclear bajo amenaza de ser acusado de putinista. El Donbás, esa región que no sabía de su existencia hasta principios del 2022, ¿vale para usted y sus hijos una guerra nuclear de consecuencias desconocidas? Si ha dudado un segundo es usted un equidistante para los shérif de la libertad ucraniana en España, que actúan como fans de guerra nuclear a la que no tienen intención de acudir." Constata, asimismo, Irene González que se ha proscrito la paz, incluso aunque la pida el Papa, quedando alfombrado el camino de la servidumbre voluntaria que caracteriza nuestra vida social y política, en este caso, en aras de los intereses de una Gran Potencia: "Para una vez que el Papa Francisco actúa como un católico al pedir un Acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, le costó acusaciones de ser simpatizante del terror comunista. ¿Qué debería pedir el líder de una Iglesia católica? ¿La aniquilación de Rusia?. Si ya ni el Papa puede pedir paz, ¿qué podemos decir los demás para los sheriff de la guerra? La mayor deshumanización del individuo es arrebatarle su libertad de pensamiento y el poder más absoluto es conseguir la sumisión sin violencia, por voluntad propia. Pedir control, transparencia, información, la posibilidad de una conversación planteando dudas y pedir una reflexión antes de lanzarnos a un conflicto bélico de consecuencias devastadoras que se desarrollará en suelo europeo, no americano, es una actividad perseguida, proscrita y de alto riesgo en esta democracia europea a defender."

A vueltas con la guerra de Ucrania, el analista Francisco Lázaro apunta causas para justificar las escasas iniciativas de paz registradas hasta la fecha: "¿Por qué el viraje hacia la paz es un tema tan incómodo, que trae consigo una pérdida de prestigio y de imagen para los gobiernos y las instituciones de la Unión Europea? Pues muy sencillo. Si la diplomacia es ahora algo tan razonable, ¿por qué no lo fue desde el comienzo de la guerra? ¿Por qué esa insistencia en imponer sanciones, desconectar gasoductos, volar puentes y suministrar armas defensivas para una guerra de desgaste cuyo objetivo no era la victoria, sino simplemente desgastar a Rusia? Y lo más bochornoso para Europa: la decisión de abrir cauces de diálogo, que está ya en ciernes, pone al descubierto el hecho de que desde un principio, quien realmente estuvo abierto a propuestas de negociación fueron los rusos, y no la OTAN, que no hizo más que rechazarlas una y otra vez, por las razones ideológicas o de conveniencia que fuera. Esto y no otra cosa, la hipocresía europea, nuestro oportunismo, las consecuencias de la inepcia cortoplacista y la corrupción de todos esos personajes que dirigen la Unión Europea y la OTAN, las Von der Leyen, los Josep Borrell, los Jens Stoltenberg [...] inútiles y bien pagados con cargo al bolsillo del contribuyente, es lo que cuesta tragar. Y también lo que resume la esencia del fracaso de Bruselas y de los gobiernos alemán, francés, británico y español en un desafío histórico que afecta al destino de Europa".

Martín-Miguel Rubio Esteban recuerda el criterio de Antonio García-Trevijano sobre la inutilidad de la OTAN, y la situación política en Ucrania:"La historia posterior ha dado la razón a Trevijano sobre el peligro que entraña la misma OTAN, instrumento militar encaminado sólo a defender los intereses de los EEUU en detrimento de la propia Europa. [...]Cuando Rusia recuperó Crimea como territorio ruso que es hasta las cachas, Trevijano aplaudió esta decisión de Putin. Crimea es rusa desde hace doscientos cincuenta años. Y si no fuera rusa, sería turca. En las playas de Crimea pasaban los veranos los Romanov, en el Palacio de Livadia, en Yalta, precisamente en el mismo lugar en que se celebró en febrero de 1945 la famosa Conferencia de los Tres Grandes, EEUU, Rusia y el Imperio Británico, lugar también en el que se acordó –que lo recuerde Lituania ahora– que Könisberg, la cuna de Kant, y su hinterland debían ser transferidos a Rusia. Trevijano entonces llamó “cobarde” a Putin por no hacerse en la misma maniobra militar con las regiones rusas de Ucrania, casi todo el territorio que se encontraba al este del río Dniéper, aquel que más concretamente estaría comprendido al este de una línea recta imaginaria que uniría Jarkov con Jersón. Ello nos induce a pensar que Antonio hoy defendería los objetivos rusos en esta guerra, con independencia de que sintiese profunda aversión a la oligarquía que dominaba entonces y hoy el poder político en Rusia, pilotada por el ya dictator Putin. La actual guerra de Ucrania ha reactivado sin duda el gran complejo industrial-militar de los EEUU. Biden se reúne en Madrid con sus socios-subordinados de la OTAN como el gran comercial del inmenso arsenal americano, obligándoles a la compra y al rearme. Como dijo Adlai Stevenson, uno de los primeros representantes americanos en la ONU: “No podría concebirse la estructura de los grandes negocios en América sin la fabricación de armas. En Washington nadie toma en serio la idea del desarme.” Pocos representantes de la Administración americana han sido tan sinceros. Y a Eisenhower le honra la declaración que formuló en su discurso de despedida en enero de 1961, en la que advirtió de la influencia cada vez más apreciable de las “conexiones entre una inmensa organización militar y una gran industria armamentista. Dijo: “Debemos evitar la creciente influencia, pretendida o no, del complejo militar-industrial”.

Luis Riestra expone las tropelías del "oligopolio autorregulado" que constituye el sector bancario español, y la responsabilidad de la partidocracia: "En el momento actual sus tropelías más destacables serían las comisiones abusivas a los clientes, la no remuneración de ahorradores, la explotación de trabajadores de oficina, las barreras a mercados alternativos de ahorro (para quedárselos ellos), malas condiciones a proveedores (alquileres, servicios, etc.) y mala información de productos de riesgo, por solo nombrar algunas de sus prácticas más aberrantes. No extraña pues que en España se hayan disparado las reclamaciones un 61%. Para colmo de males, España padece una oligarquía de partidos estatales que utiliza al sector para expoliar al ciudadano y que tuvo su mayor botín en la orgía inmobiliaria y saqueo de las cajas de ahorro, un verdadero crimen de lesa patria. Se supone que hay un banco central para evitar eso pero, en atención a sus actos y a la evolución profesional de algunos de sus altos directivos, a su promoción de la banca progresista, otro invento ruinoso, y a toda la evidencia conocida, la conclusión es la contraria, algo que, obviamente, no investigará el parlamento de la partitocracia. El daño en el patrimonio de todos, grandes y pequeños, y en el negocio bancario (en la demografía ha sido criminal) de tantos desmanes es histórico [...], por no hablar de la enorme pérdida de talentos de una restructuración oligopólica, pérdida que posteriormente ha venido impidiendo la normal "destrucción creativa" (Bernanke) y recuperación general. Un crimen. Desde el 2009 lo característico ha sido el crecimiento anual [...] en tasas negativas, algo que se invirtió en la pandemia (ayudas, etc.) y, ahora, con el ajuste que viene, volverán las excusas de siempre para seguir expoliando al ahorrador, sobre todo al más modesto, que es la columna vertebral de nuestra economía."

Rubén Gisbert señala cómo las previsiones económicas del gobierno en las que basa los próximos presupuestos del Estado distan de ser reales, hecho propio de un régimen político, cuyos detentadores buscan, esencialmente, mantenerse en el poder y ser reelegidos utilizando el presupuesto público. Esta dinámica ha desplazado a España muy lejos en la clasificación de los países desarrollados, y lo ha convertido en uno endeudado hasta las trancas. La sociedad civil debe enfrentarse pacíficamente contra la clase política del Estado de partidos, exigiendo un cambio en el modelo de Estado y la forma de gobierno, que busque la eficacia y la eficiencia, ateniéndose a tres principios jurídicos: la separación de poderes, la representatividad política, y la independencia judicial.

Hásel-Paris Álvarez publica un artículo en respuesta a otro de Pedro Vallín, que usa personajes de la obra de Tolkien, y emplea el término 'rojipardo' ("algo así como ser “rojo” y “facha” a la vez. Desde entonces, “rojipardo” es el término de referencia de progres (y liberales) para denostar a todo aquel que cree en abolir la pobreza, pero no necesariamente en abolir la familia, la Semana Santa, los géneros o las fronteras. Es decir, para denostar a cualquier persona medianamente normal."), que, en la actual guerra de Ucrania, Vallín relaciona con el de 'putinista' ("Tiempo después llegó la guerra de Ucrania. O mejor dicho, Rusia entró en la guerra civil ucraniana que - a mi modo de ver- llevaba años en marcha. O mejor dicho aún, se desencadenó la guerra entre Rusia y la OTAN, auténtica instigadora de todo este conflicto, bajo dirección de Estados Unidos. El relato puede variar según el punto de vista, pero lo que se ha instaurado en la mayor parte del arco mediático y político es un discurso único: la OTAN es el bien, y quien lo dude está con Putin. “El que no está con nosotros está contra nosotros”, era el lema neocon de Bush hijo y es el lema progre de Vallín. Pero buena parte de la izquierda rechaza esta burda trampa. Desde los podemitas a los chavistas, desde los grillini italianos a los insumisos franceses. Se niegan a convertir a Ucrania en un polvorín y en la antesala de una tercera guerra mundial nuclear. Se niegan a hacer de Europa un yermo industrial y un secarral energético. Piden neutralidad en lo militar y piden soberanía en lo económico. Entre estos disidentes, por cierto, están Monereo e Illueca, ¡los “rojipardos” primigenios! Así que Vallín lo vio claro: la jugada maestra está en vincular la absurda acusación de “rojipardo” con la absurda acusación de “putinista”. Al fin y al cabo, ¿no es Putin el gran “rojipardo”? La derecha dice que es un rojo neo-soviético y la izquierda que es un facha neo-zarista ".) Contra estos 'putinistas' a derecha e izquierda habla Valllín de la nostalgia futura por "el mundo democrático burgués", a lo que responde el autor del artículo: "¿Qué es eso de la “democracia-burguesa-liberal”? Pues un término absurdo, a la luz de la Historia. Ni la burguesía tuvo nunca un compromiso real con el liberalismo, ni el liberalismo con la democracia. La “democracia- burguesa-liberal” acaba siendo, por lo tanto, partido-cracia (poder de los partidos), pluto-cracia (poder del dinero) y tecno-cracia (poder de los “técnicos” de Bruselas y Washington) ". Da la vuelta, finalmente, a las metáforas de Vallín, lo que le lleva a hablar de una izquierda Gollum que es la que representaría éste y el establecimiento mediático 'progre': "Pero la característica que da nombre a Gollum es el molesto ruido que hace al tragar. Lo mismo define a la izquierda Gollum: tragar ruidosamente. Tragar con la OTAN, tragar con lo del Sáhara, tragar con los recortes que nos imponen con la excusa de la covid o de Putin, tragar con las condiciones de la Comisión Europea, tragar con las triquiñuelas del PSOE, tragar con los productos culturales de los campus yankis y hasta tragar insectos si así lo manda el Foro de Davos. Se ha de ser bondadoso con Gollum, dice Gandalf, pero cuando caiga el Mordor del capitalismo imperialista, la izquierda Gollum se hundirá con él.".

Irene González habla de "fiebre trans" y la pone en relación con la actitud de servidumbre voluntaria de la sociedad española ("Muchos ven la Ley Trans como una cosa rara, demasiado grave y cercana como para querer creer que estén ante un peligro real. Es la situación de muchos padres con hijos preadolescentes. Siempre me dejó perpleja la facilidad con la que el buen ciudadano cree cualquier propaganda gubernamental mientras muestra una obstinada reticencia a percibir la realidad más cercana"). Acto seguido, señala el origen del problema ("En Estados Unidos hay una tensión de posmoderna guerra civil entre identidades que han visto exaltada su diferencia con virulencia, rompiendo entre ellas el vínculo común, la patria. La víctima es el nuevo Dios. Si movimientos como el Black Lives Matter dividieron una nación en razas, en minorías, entre los que se arrodillaban y los que no, la Ley Trans lo que divide son familias, el último refugio del individuo al que se le ofrece una identidad nueva y otra comunidad a la que debe todo."). Este perverso concepto de identidad, excluyente e irracional, domina sobre el de personalidad, particularmente frágil en la juventud actual ("Pero esta ley sobre todo separa a los padres de sus hijos cuando esos adolescentes mimados y caprichosos sientan la mínima frustración ante su cuerpo imperfecto. Una comunidad de influencers trans en su móvil les dice que toda solución a sus problemas de popularidad y aceptación propia se solucionarán siendo Trans. Y es fácil que acaben creyéndolo y confundiendo los problemas de aspecto que todos tenemos en la adolescencia, especialmente las chicas, al ver en medios, en la industria de la moda, la música o el cine, que no falta una persona Trans como la pieza principal. Son hasta intelectuales de referencia.") Esta ley, en la mejor tradición totalitaria y fascisto-estalinista de exaltación de la juventud, para abstraerla de la familia sustituyéndola por el Estado (cuyos gobiernos crean leyes independientemente de un poder legislativo, que, como sabemos, no representa a la sociedad civil en las Partidocracias), puede hacer perder la custodia legal a los padres, como señala la articulista, quien insiste en sus peligros: "Esta normativa contribuye al derribo de los pilares biológicos que sustentan la convivencia. La realidad queda proscrita. Que unos padres se preocupen y quieran ayudar a sus hijos les aleja de los mismos. La protesta aún está en su mano. Antes de que el daño sea irreversible.".


viernes, 30 de septiembre de 2022

REVISTA DE MEDIOS DE SEPTIEMBRE DE 2022


 

Inge Morath [Art Blart blog]


Irene González analiza las causas y efectos de la ley llamada del sólo el sí es sí, partiendo del precedente del caso "Manada": "Los medios, en una milimétrica sintonía de discurso con la izquierda, decretaron que había que cambiar la ley. El “sólo sí es sí” era la solución a todo, salvo a los problemas de seguridad sexual para las mujeres. En España, los casos de agresiones en grupo se han disparado y silenciado. La impunidad postmanada no parece escandalizar a nadie, porque esta Ley no puede entenderse fuera del abuso mediático y político, que esperó un chivatazo del caso perfecto para sus fines por las características de los agresores. Han utilizado a la mujer para implantar una ley que sólo busca domar a la judicatura mediante el terror de ser juzgada por la turba y colocarle medallas que no le corresponden a Irene Montero como defensora de la mujer. No hay ningún avance para nadie que no esté cobrando un sueldo político. El consentimiento siempre ha sido el eje para determinar la legalidad de las relaciones sexuales. Las penas actuales sobre el delito que se juzgó en el caso de la manada puede conllevar una menor condena. Los jueces van a tener mayor protagonismo en las sentencias al permitirle una mayor interpretación ante el lío normativo aprobado. Ya sabemos que una parte de los 20.000 millones del Ministerio de Igualdad se destinarán a impartir los cursos de reeducación de género y sufragar su asistencia. El Gobierno anuncia que con esta ley estamos más seguras, mientras dejan a oscuras las calles manada-sostenibles, donde las cámaras de videovigilancia perderán visibilidad."

En su balance COVID de Agosto, Miguel Sebastián señala la escasa fiabilidad de los datos oficiales: "En agosto, según las cifras del Ministerio de Sanidad, se registraron en España 2.085 fallecidos por la Covid-19. Se trata de una mejoría con respecto al mes pasado (2.608) y con respecto a agosto del año pasado (2.802). Pero sigue siendo un número muy elevado: 67 muertos por día de media, niveles tan malos como los de abril, en plena sexta ola, o mayo, al comienzo de la séptima. La cifra, además de dolorosa, deja en ridículo los datos de contagios del mes: 109.000. Si esta cifra fuera cierta tendríamos una letalidad cercana al 2%, frente al 0,28% del total mundial, que incluye a países con un nivel de vacunación muy inferior al nuestro. Para tener una tasa de letalidad razonable, nuestro número de contagios mensuales se situaría en el entorno de los 800.000, que es más o menos la cifra de Italia. Por esos motivos, insistimos, sin acritud, que los datos de contagios de España no tienen ningún valor estadístico. Pretender que en España ha habido 13,3 millones de contagios, de una población de 47 millones, es otra forma de ver lo irrisorio de estas estadísticas, pues es difícil conocer a gente que no se haya contagiado al menos una vez. Desde hace tiempo, el INE debería haber asumido la gestión y publicación de los datos de la pandemia en España, para evitar el deterioro que sufre la imagen internacional de nuestro país."

Ignacio Ruiz-Quintano reflexiona sobre el consenso como transgresión moral fundacional del Estado de partidos: "¿Y qué es el Consenso? Una transgresión moral, en palabras de quien lo estudió a conciencia:  –Una transacción sobre principios donde cada uno tiene que renunciar a ser lo que es para estar todos juntos en lo que nadie es: en el EstadoTodo en el Estado, todo por el Estado, nada sin el Estado. Esta España socialdemócrata de paguita, calzón y bicicleta (¡los vertebrados gaseosos!) es una sociedad individualista que cultiva el individualismo de Estado. Pero el hombre “piensa por mor del pienso” (Ramiro Rico), e históricamente la sociedad que se confiesa por el individualismo tiende, irremediablemente, a colectivizar los individuos, a crear e imponer un modelo “standard” de individualidad, eso que tenemos delante. El teatrillo nacional del Consenso es tan ordinario que hasta la indignación moral por los indultos de turno suena falsa, con una Constitución que hace la misma función que la pegatina de la Itv en la luna del coche, y sólo es un hablar, porque la pegatina, si no la llevas al día, te cuesta noventa euros de sanción, mientras que la Constitución puede saltársela el gobierno con el apoyo incondicional del cuerpo social que lo sufre, que ahí reside la grandeza de mandar sin separación de poderes, cuando el designado (no elegido) para el mando legisla, juzga y ejecuta (“para sentirse más asentado, valga la redundancia”, como dice Morientes en el fútbol)."

Ruben Gisbert critica las opiniones de tertulianos que sostienen que la muerte de Isabel II supondrá el final de la monarquía inglesa; recuerda que la forma de estado del R.U. es la monarquía, y la forma de gobierno el parlamentarismo, en el que el verdadero poder político recae en el parlamento, que puede derribar gobiernos, y formarlos, como se ha visto recientemente. La representación en dicho parlamento está encarnada en diputados de distrito elegidos uninominalmente a una sola vuelta. Gisbert señala cómo en el siglo XVII hay una lucha por el poder entre la monarquía y el parlamento, que acaba con la victoria de éste. La monarquía parlamentaria consiguiente es consecuencia del ansia de libertad y la voluntad de limitación y control del poder político que personaliza este parlamento representativo. Tradición esta de libertad que no se entiende en Estados de partidos como España, donde son las personas quienes constituyen y determinan las instituciones, como ocurrió con Franco y su instauración como sucesor de Juan Carlos I, saltándose la legitimidad dinàstica que representaba su padre.

Con motivo de la publicación de su libro ‘Feminismo e islam. Una ecuación imposible’, el doctor iraquí Waleed Saleh concede una entrevista a eldiario.es donde señala que "“Los partidos de izquierda deberían saber que el hiyab no es una prenda cualquiera, sino el símbolo patriarcal por excelencia. Se alude a que es un signo de identidad. ¿Por qué se lo quitan cuando las mujeres están solas? ¿Deja entonces de ser necesario un signo de identidad? ¿Y por qué tiene la mujer que llevar un signo de identidad, y no el varón? Porque cuando vienen, los vemos vestidos como occidentales, ultramodernos, con sus pantalones cortos y sus gafas de sol, y la mujer al lado metida en un saco negro, ¿por qué esa condena? Sería razonable que los partidos de izquierda lo pensaran y actuaran de otra manera. Yo no estoy en contra de que una mujer madura y consciente lleve el hiyab por su propia voluntad, pero sabiendo siempre lo que significa. Y tiene que saberlo todo el mundo: las sociedades, los partidos, las comunidades y la propia mujer que lo usa.", y denuncia el racismo subyacente a esta postura: "Para mí quiero una vida con libertades, puedo fumar en la calle o teñirme el pelo como quiera, ponerme un pantalón corto, una minifalda o un bikini, pero defiendo el pañuelo y el burkini para las mujeres musulmanas, y que el divorcio esté en manos del hombre. Es una actitud selectiva, racista, machista. Y es inaceptable desde el punto de vista de las libertades y los derechos."

Irene González piensa que la atroz realidad cotidiana impide ver la realidad de la llamada democracia en España: "Los niños no pueden estudiar en español en Cataluña. Los asesinos etarras son homenajeados en la calle por quienes ocupan las instituciones y en breve la Lehendakaritza. El PSOE indulta a quienes dieron un golpe de Estado en 2017 para mantenerse en el Gobierno, y porque su proyecto de España es compatible. La ocupación de viviendas es propiciada desde las Administraciones. La peor gestión de la pandemia con sentencias que declararon la inconstitucionalidad del ejercicio de Gobierno durante casi dos años. Son innumerables y demasiado atroces las distintas realidades. Quizá sea eso lo que impida ver con claridad, al menos reconocer, que la democracia en la que estamos no es tal." Pero quizás un último acto, según la excelente articulista, colme el vaso de la realidad que derrame sobre los españoles: "Para que la oscura realidad se ilumine quizá sea preciso un último símbolo de lo que no funciona, un acto aparentemente insignificante, incluso uno que denominen humanitario para que el español no acepte al PSOE ni su mensaje desde otros partidos. Quizá sea necesario un indulto a uno de los suyos [...] Este es el mapa desolador de la democracia a proteger por el que nos exigen pasar calor en verano, frío en invierno, entrar en guerra sin pasar por el Parlamento o aguantar que ocupen la casa “porque la ley dice”. Sacrificios algo distintos a los que tuvo que hacer el pobre Griñán. No dudo de su simpatía como persona, ni las razones de amigo, pero el apoyo a su indulto por parte de la élite nos ha recordado que las reglas, las leyes y la democracia son para los que no tienen contactos, para los de abajo. La ley ya no será el poder de los sin poder, sino la sumisión a unas reglas que imponen los que no no se someten a ellas. Quizá la monarquía sea una forma de Gobierno de otro tiempo, pero esta falsa y posmoderna democracia es el verdadero sistema anacrónico."

Ignacio Ruiz Quintano trata sobre la reciente manifestación en defensa de la enseñanza en español en Cataluña, y alude a las palabras del actual líder del PP, excacique autonómico que ha practicado en su feudo las mismas políticas de limpieza lingüística respecto al español que en las regiones regidas por partidos separatistas: "Los constitucionalistas españoles se manifiestan en Barcelona para que los dejen hablar en español en España, y Feijoo responde a su demanda: Cuando estemos en el Gobierno vamos a aplicar todas las herramientas del Estado de Derecho para conseguir la cordialidad lingüísticaSer cordial, decía Santayana, es como alborotarle el pelo a alguien para alegrarle, o besar a un niño que no lo pide: “Se siente uno a gusto cuando eso acaba”. Besada Cuca y despeinada Cayetana, ¿qué hay de la Constitución? ¿Y de las órdenes del Supremo para hacer cumplir la ley? La diferencia entre la norma constitucional y la ley: la ley garantiza el derecho de todos contra uno; la Constitución, el derecho de uno contra todosMas la Constitución española, añade el autor de “El discurso de la República” [Antonio García-Trevijano Forte], no garantiza los derechos individuales frente al poder de los gobiernos, y convierte en legisladores a unos grupos partidistas que legislan, por corrupción, en interés de unos pocos contra el de todos" [...] Feijoo tira de la cordialidad porque obedece a un drógulus [quimera], el pacto del 78 (una parodia del Directorio francés) que consagra “la perpetuación de una misma clase política mediante el sistema proporcional y la imposibilidad de controlar a los gobiernos”, que pueden confinar ilegalmente a la población y desobedecer a discreción al Supremo, reservándose para aquellos casos que se fueren de las manos la piadosa gatera del indulto, condenado por Francis Bacon: “La piedad es cruel cuando empuja a salvar criminales que deberían ser alcanzados por la espada de la justicia; es más cruel que la crueldad misma; porque la crueldad no se ejerce más que contra individuos; mientras que esta falsa piedad, al favor de la impunidad que procura, arma y empuja a toda la tropa de criminales contra la totalidad de las gentes honestas”. Contra los desmanes cabe recurso de manifestación."

A raíz de las recientes elecciones en Italia, Víctor Lenore trae a colación las reflexiones de Diego Fusaro y Pasolini: "¿Por qué se pone tan nerviosa nuestra izquierda con Pasolini y Fusaro? Básicamente porque saben que su antifascismo es una farsa y que resulta muy complicado que Meloni haga algo distinto a lo de siempre [...] Lo deprimente de estas elecciones italianas no es que participe un partido brutalmente antisistema, sino que apenas hay distancia entre unas formaciones y otras. Por eso es necesario exagerar las diferencias de forma grotesca. Fusaro lo resumía en esta frase: “La derecha acusa de comunismo a la izquierda, la cual -a su vez- acusa de fascismo a la derecha. La realidad es que nos encontramos ante un penoso juego de espejos. La derecha no es fascista, como la izquierda no es comunista: ambas son liberales y atlantistas”, resume.[...] ¿Qué muere entonces con el triunfo de Meloni? Termina sobre todo la farsa antifascista, esa con la que están tan cómodas las élites de izquierda porque les permite fingir que defienden la justicia social sin renunciar a ninguno de sus privilegios de clase. Además hablamos de un movimiento domesticado e impotente, que no ha logrado apenas nada desde 1945: ni frenar el ascenso del lepenismo, ni neutralizar el triunfo de Donald Trump, ni cortar el paso a Vox ni evitar que Meloni sea presidenta [sic] de Italia. El antifascismo también proporciona una coartada para detestar a toda la gente común que vota por esas opciones en vez de por la izquierda; ya sabemos que uno de los rasgos principales del progresismo actual es su menosprecio del pueblo llano. Iñigo Errejón suele decir que cuando la lucha política se plantea en términos de ‘fascismo contra antifascismo’ el vencedor siempre es el PSOE, una subordinación con la que muchos presuntos antisistema se sienten confortables. “Debatimos sobre el retorno del fascismo, pero en Italia es la era antifascista la que puede haber terminado”, tuiteaba hace poco Bustinduy. Tampoco es que perdamos gran cosa con el cambio."