Christina Lindberg en Thriller [Fantomatik blog]
Martín-Miguel Rubio Esteban en sus Remembranzas trevijanistas XXXVI recuerda algunas de las ideas de Antonio García Trevijano: "Antonio siempre consideró impropia de la democracia la tolerancia, la cual la entendía como Hume, una virtud de una monarquía civilizada, pero nunca de una democracia en la que todos se tienen como iguales ante la ley y los derechos. Donde hay tolerancia se supone que hay un tolerante –el poder que permite– y un tolerado –el no poder permitido–. Pero ello es una contradicción etimológica –tolerancia deriva de una raíz indoeuropea, que hace las veces de tema de perfectum del verbo “fero”, en latín, que significaría algo así como “soportar”–, puesto que nadie tiene la obligación moral en una democracia de soportar por propia voluntad, sino de respetar por obligación cívica. Donde hay tolerancia no hay democracia; lo propio de la democracia es el respeto y la consideración, que diría Montesquieu."
Irene González dedica su artículo a señalar la servidumbre voluntaria de la población ante los dictados de la UE sobre el cambio climático: "El cambio climático es uno de esos malos omnipresentes en nuestra vida que justifica cualquier medida extraordinaria -hemos de «luchar» contra él y de forma urgente- y pronto será utilizada para explicarnos nuestra pobreza [...] Antes de la llegada del Euro Digital hay que ir probando cómo no reacciona la población, esa chusma que usa el coche para ir a trabajar, aspira a viajar y ha de recibir estas medidas entre aplausos [...] Lo dice Europa es el mantra de este tiempo destruido, rendido, aturdido por un consumo de identidades posmodernas incapaces de dar sentido a una existencia. Lo dice Europa, como el péndulo que mueve el ilusionista provoca una hipnosis que paraliza a la población y les lleva a obedecer sin preguntas, casi con aplauso. Es un estaríamos peor sin ella, es mejor obedecer. Como si la lucha por nuestro propios intereses, por nuestra libertad y la democracia en nuestra nación no fuese siquiera una opción imaginable para una población con más miedo que ganas de vivir." El sacrificio de nuestra soberanía económica y política que ha hecho nuestra oligarquía partidocrática para seguir recibiendo fondos europeos con el que alimentar su elefantiásico estado de prebendas y clientelas, es, como señala la autora, un obstáculo para una auténtica democracia representativa: "Lo dice Europa es prueba de falta de nuestra soberanía. Las decisiones que nos afectan se alejan de nuestro poder de decisión sin control. Sólo es aceptable la sumisión. No sé si es una democracia liberal aquella en la que se acaba la libertad en nombre del clima, pero desde luego no es una democracia representativa. Es un sistema irrespirable."
Asimismo, Irene González analiza el caso del asalto a edificios de instituciones estatales en Brasil para incidir en la inexistencia de una democracia representativa en España, y la coexistente no separación de poderes en origen con un régimen dictatorial y represor del disenso, que es al que nos acercamos a paso veloz: "La democracia en España no es representativa. En la práctica hay un poder casi absoluto del líder de un partido que gana las elecciones. Se pueden colonizar todas las Instituciones, el Gobierno puede nombrar a los jueces que les van a juzgar, incluir en la dirección del Estado a quien reivindica el asesinato de 843 españoles. Los propios delincuentes pueden despenalizar los delitos que hayan cometido o vayan a cometer sus socios o los de su partido. En España se ha despenalizado la sedición y la malversación y se acabará por penalizar la protesta contra el Gobierno. Pero el golpista sería el ciudadano que cuestione y se perciba indefenso ante las decisiones de ese poder capaz de venderse a intereses de terceros contra los suyos y los de su propia nación. Pero no se puede cuestionar ni tener dudas sobre el último resquicio que abre la puerta a ese gran poder. Unas elecciones. Es peligroso criminalizar al que cuestiona con indicios en vez de investigar y no deslegitimar al que corrompe las Instituciones. El mayor peligro de la democracia no es el populismo, palabra que no significa absolutamente nada, salvo el vacío intelectual de quien la pronuncia, sino criminalizar la búsqueda de la verdad y la representatividad de los ciudadanos, lo único que hace libre a una sociedad."
Rubén Gisbert trata del auto del juez Llarena sobre el procesamiento de Puigdemont: "El juez Llarena instructor de la causa del "Procés" en el Tribunal Supremo ha dictado hoy auto por el que elimina el procesamiento de el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont por el delito de Sedición, lo que abre la puerta a este a regresar a España al apenas tener que temer repercusiones judiciales por el 1-O. El auto de Llarena no tiene ningún desperdicio y encontramos en él aspectos capitales sobre la cuestión". Siguiendo el auto del citado Juez, señala la arbitrariedad extrema que supone que el poder ejecutivo elimine un delito para que no sea condenado por él la parte de la clase política que le apoya en este momento. Gisbert deduce que todo esto no traerá más que un recrudecimiento del proceso independentista. Es evidente que un desmán como éste pone más en evidencia las costuras del régimen corrupto que nos parasita.
Ignacio Ruiz Quintano explica el concepto de totalitarismo invertido, y sus manifestaciones en España: "Es lo que Sheldon Wolin llama “totalitarismo invertido”, cuyos componentes clave son el capital corporativo, los muy ricos, grandes organizaciones de medios y (él habla de América) líderes evangélicos y la jerarquía católica. Los modelos de organización suelen ser tanto corporativos como militares: la oposición no es abolida, sino neutralizada. El objetivo, dice Wollin, es controlar la política estableciendo los términos de la competencia con el espíritu de la consigna de Archer Daniels Midland: “El competidor es nuestro amigo y el consumidor es nuestro enemigo”. –Reemplacemos “competidor” por “el otro partido” y “consumidor” por “ciudadano activo” y tendremos la versión invertida de la política totalitaria [...] Desde hace medio siglo, sólo existe el golpismo legislativo, y por eso en las Facultades se enseña, en vez de Derecho, legislación. El Estado de Derecho es “esa jaula de papel construida por el legalismo burocrático a imitación de la jaula de hierro de Max Weber” donde malvive el gobernado. En España, el Régimen (no Sánchez) nos anda colocando un Estado Compuesto dibujado en un folio y votado a mano alzada (¡con moderación!). Si seremos demócratas que votamos para hacer o deshacer naciones. Para separarnos, en fin, de la única que tenemos."
Víctor Lenore analiza los postulados del filósofo Diego Fusaro a raíz de la presentación de su último libro:"Más que un filósofo original, Fusaro es un gran divulgador, con un talento especial para la polémica [...] Sus opiniones sobre nuestros partidos políticos también son contundentes: “La izquierda y la derecha actual son dos camareros de los amos del sistema, uno con mandil rojo y otro con mandil azul. Ambos están peleados por servir a los multimillonarios globales de Davos. Nosotros en Italia tenemos al camarero de mandil azul, mientras vosotros tenéis aquí al del rojo, pero son prácticamente lo mismo [...] ¿El mensaje principal de la charla? “El capitalismo tiene una lógica interna que le lleva a destruir cualquier límite que le pongan por delante. Lo estamos viendo con la nueva cultura trans. También busca enfrentarnos en pequeñas contradicciones para que no veamos la contradicción principal. El sistema enfrenta a hombres contra mujeres, a negros contra blancos, a gays contra heterosexuales, ocultando que la contradicción central es la de explotadores y explotados, algo que la izquierda ya no afronta casi nunca”. La farsa que denuncia Fusaro puede verse claramente en la nueva cultura woke, que señala cualquier discriminación menos el clasismo. Las clerecías progres de España (desde Pedro Vallín para abajo) han intentado expulsar a Fusaro del debate público llamándole fascista, pero sus tesis suenan cada vez más relevantes a un mayor número de personas."
Alberto Iturralde, entrevistado por Jordi Llátzer en su programa "Espurna", habla de la existencia de empresas instrumentales, como, en su opinión, el caso de PRISA, que no están destinadas a crear beneficios, sino un estado de opinión favorable al poder político que la sostiene. Asimismo, señala cómo los políticos españoles de la partidocracia, que carecen de control en su acción, obedecen a intereses de terceros países y de grandes empresas, para obtener cargos, dinero, y puestos en consejos de administración, mientras aseguran a la nación un empobrecimiento severo.
Hughes analiza el concepto de "violencia o terrorismo machista", divulgado por los medios del régimen partidocrático: "Se trata de una de las líneas del régimen. Lo que define el dentro-fuera. Que se considere un nuevo terrorismo nos da una pista definitiva. El discurso de la violencia de género (viogen) sirve para distraer, para confundir, porque sustituye un enemigo por otro. Oculta los enemigos reales y pasamos a luchar contra uno fantasmal: el machismo en el alma oscura de los hombres ¿Quién organiza ese terrorismo? ¿Quién lo financia? ¿Con qué objetivos? El disparate es absoluto. Pero el discurso de la ‘viogen’ es instrumental. Es un artefacto ideológico para confundir usado por quienes ya confundieron a España cuando el 11M, el pacto con ETA o el golpe catalán. Ahora se valen de este discurso usando a las víctimas para sus repulsivos y sinuosos intereses: ocultar el enemigo real persiguiendo otro ilusorio, falaz, imposible de prender. Por tanto, quien hable de ‘violencia machista’ está realizando, sin querer y muchas veces queriendo, la siguiente confesión: “Colaboro a la estrategia del movimiento de destrucción nacional de España”.
Luis Escribano señala que "La deuda pública en España es muy nociva y dañina: los partidos se endeudan para conservar el poder con gasto público ineficiente y electoralista, sin el debido control de la nación o pueblo español, de forma que el Estado queda controlado por los organismos y entidades prestamistas, públicos y privados. Según datos oficiales, la deuda pública en España ha crecido hasta los 1,5 billones de euros en noviembre de 2022 (115,53% del PIB), y la deuda per cápita (deuda por habitante) ha aumentado hasta los 31.619 €, que es casi el doble de la renta per cápita de un andaluz: 18.906 €. Desde noviembre de 2021 hasta noviembre de 2022, la deuda ha crecido 1.484 € por habitante. Y en el origen de toda esta mierda está el sistema político instituido en la Constitución de 1978, que impide ese control de la nación y permite y estimula que tengamos tantos políticos incompetentes, parásitos y corruptos: LA PARTIDOCRACIA."