sábado, 31 de diciembre de 2022

REVISTA DE MEDIOS DE DICIEMBRE DE 2022

 



Dash Snow [Fantomatik blog]


El tweet de un profesor universitario calificando la democracia representativa de "liberal, orgánica, y popular", el recuerdo de las afirmaciones de Otegui ( No habría gobierno sin el apoyo de quienes queremos marcharnos de España.), y una acusación de flagrante nepotismo llevan a Ignacio Ruiz Quintano a reflexionar sobre el concepto de "violencia política" vehiculado por los medios gubernamentales, encabezados por El País, y la perversidad del régimen partidocrático, donde la inseparación de poderes hace que el poder ejecutivo se jacte incluso de ser él el que legisla: "A la violencia ontológica de tener a Otegui de jefe real del gobierno de España, la ruidajera mediática opone, como paliativo, la acusación de “violencia política” a una diputada de la oposición que en la tribuna dijo “Jehová”, como el anacoreta de “La vida de Brian”, al llamar “nepote” a un miembro del gobierno que se defendió en su banco azul prometiendo “acabar” con los bancos rojos (“banda de fascistas”) de la diputada a lapidar. Los insultos de la extrema derecha preocupan cada vez más a los partidos, que piden cambios para evitar la degradación del Parlamento –tituló el diario gubernamental. España es un país tan anómalo que a su Parlamento no lo degrada confinar ilegalmente a la población “porque no sabíamos qué hacer”. Ni siquiera lo degrada la existencia del Banco Azul, expresión en cuero o skay de que el gobierno es el legislador, el juzgador y el ejecutor (¿cómo hablar libremente delante de quien te puede encarcelar por hacerlo?). De hecho, los ministros presumen de legislar y dan su nombre a las leyes [...] En las discusiones constituyentes, Robespierre había defendido la separación de poderes (concepto desconocido en España, donde toda teoría política son tuits de Errejón para los jóvenes y jaculatorias del diario gubernamental para los “boomers”), doctrina que conducía a negar a los ministros el derecho “de entrada y de voz” en el cuerpo legislativo. Todo lo que tiende a confundir los poderes aniquila el espíritu público y las bases de la libertad –dijo el Incorruptible. Entonces los “pâtissiers” de la situación, aunque sabían que si el rey o sus ministros entraban en la Asamblea el cuerpo legislativo dejaba de ser cuerpo deliberante, pastelearon la solución del banzo azul, cargándose (para siempre en Europa) la Constitución, cuya única función es separar los poderes, salvo la del 78, que lo único que constituye es un puente vacacional en diciembre, como corresponde a una democracia profesoral de banco azul y banco rojo, “representativa, liberal, orgánica y popular”."

En su lúcido artículo Irene González analiza las fallas del régimen político del '78, que lo han llevado al colapso actual ("Desde el inicio hubo fallos en la estructura que fijaban una fecha de término para el débil edificio, como la perversa organización territorial, la no división de poderes y la partitocracia") con el fracaso de su mito fundacional, el del consenso, o sea, el pacto para el reparto del poder, entre las oligarquías políticas herederas del Estado franquista ("Para ocultar esas grietas de estructura del edificio constitucional se proclamó el mito del consenso, tan valioso por las sombras de la época por lo vivido de aquella generación"), cuyo pecado original señala acertadamente la articulista ("La realidad es que el texto de la Carta Magna no se elaboró con luz ni de forma transparente. Al contrario."). Las tensiones internas del sistema han conducido a que la oligarquía partidocrática tienda a transformarse en una tiranía similar a aquélla de la que deriva, de mano de lo que Ignacio Ruiz Quintano llama "consenso separatista", cuyos actantes principales son el PSOE, mayor sostén y beneficiario del régimen actual, y heredero -según afirmaba García-Trevijano-, de la base social del Franquismo, y las facciones separatistas, ansiosas por detentar sus propios estaditos de impunidad absoluta; régimen que quizás fracase por las tendencias centrífugas que alberga ab ovo, y por la estupidez de sus promotores socialistas, en su pretensión de trasladar la organización federal del partido a la nación política española, que será la que acabe pagando todos estos experimentos parasitarios, concebidos bajo el paraguas de la madrastra europea y otanista ("Lo que fracasó fue el proyecto del independentismo catalán, pero no el del PSOE, que arrancó en 2004, en connivencia con ETA, a otra velocidad, con plazos distintos a los de la agenda judicial de Artur Mas. Una república fragmentada en la que España queda diluida y reducida a financiar los territorios del hecho diferencial que perpetúa a la izquierda en el poder. Un Congreso fragmentado en el que se reproducen los sobrerrepresentados partidos regionales de cuya supervivencia depende apoyar al PSOE, formando entre todos un magma viscoso y parásito de los españoles que mina nuestros derechos y libertades [...] Un proceso acelerado por la excepcionalidad de la pandemia, utilizada para extender la impunidad de un poder cada vez más concentrado en un vértice político y con menos apoyo en las urnas. Una España dividida internamente en territorios, con un presidente sin controles, ni barreras más allá de unas elecciones cada cuatro años —¿realmente será eso un obstáculo? Es el sistema político perfecto para diluirse en un gobierno global, someterse a instituciones supranacionales que envíen dinero digital y a obedecer agendas bélicas, de género, energéticas y climáticas que van en contra de los intereses de los españoles. No podemos decidir nada, lo ha dictado el nuevo mito de nuestra generación, la Unión Europea.") Irene González concluye brillantemente su artículo señalando la actitud de la "oposición" dirigida por un excacique regional que ha ejecutado en su Taifa la misma política de limpieza lingüística educativa que en Cataluña, cuyo partido hace alardes de vexiloide catetismo protonacionalista en Andalucía, prueba de que encontrarían su acomodo en ese quimérico "Estado compuesto" ("La actitud del principal partido de la oposición hace sospechar que Feijóo y el andalucista Juanma Moreno se sentirían plenamente cómodos en el nuevo sistema posconstitucional de una España fragmentada y sujeta a una agenda global con un poder impune e ilimitado. Un relevo en el Gobierno no cambiaría lo necesario.")

Francisco Lázaro analiza la numerosa presencia de refugiados ucranianos en Bilbao: "Basta un paseo por el barrio para darte cuenta de lo frágil que es esa burbuja propagandística creada por la OTAN y los medios de comunicación al servicio de Estados Unidos y los gobiernos europeos. En Bilbao hay gran cantidad de refugiados ucranianos [...] solo un 15% del territorio ucraniano se encuentra ocupado por los rusos. Sin embargo, los refugiados proceden de todas las zonas geográficas del país. Y esta es la verdad. No las milongas que te cuentan en los medios (que no suelen entrevistar con frecuencia a refugiados ucranianos, por las razones obvias que aquí os cuento). Mujeres y niños siguen a los cabezas de familia porque no les queda otro remedio. En un país arruinado por la corrupción, los conflictos civiles y la guerra, sin cobertura social efectiva, la pérdida o mutilación de uno de los progenitores significa la ruina familiar. Y quedarse en el país no es una opción viable [...] A mi me parece muy bien que estas familias se vayan de Ucrania y vengan a España mientras dure la guerra, incluso definitivamente. Hay que ayudarles en lo que se pueda, no solo pensando en el aporte de sangre joven para una sociedad demográficamente envejecida como la nuestra. Es bueno alejar a niños y jóvenes de las zonas de conflicto. Esta es una buena vida -pese a todos los esfuerzos que los gobiernos socialsoviéticos de Europa están haciendo por arruinarla-, y no hay razón para que una persona joven renuncie a las oportunidades que se le ofrecen para morir o quedar lisiada en un enfrentamiento que solo beneficia a Estados Unidos y a una camarilla de aparateros corruptos como Ursula von der Leyen o Josep Borrell que, bajo el pretexto de defender las libertades occidentales, lo único que persiguen es su propia promoción personal como facilitadores de una guerra por poderes de la OTAN contra Rusia."

Rubén Gisbert analiza la pesadilla totalitaria que supone la propuesta de euro digital lanzada por el Banco Central Europeo, que podrá controlar en beneficio de la burocracia corrupta de la UE todo el tráfico económico en sus países miembros, pues se reserva el derecho de control sobre éste, y que puede derivar en bloqueo de iniciativas sociales y políticas cancelando operaciones económicas. Gisbert concluye que esto puede darse por la inexistencia de una verdadera estructura democrática supranacional, muy distinta de la UE actual al servicio de las partidocracias occidentales. El mismo Gisbert denuncia que el congreso de los diputados reformó el delito de malversación de fondos públicos y despenalizó la sedición de acuerdo con las exigencias de ERC para que apoyaran los presupuestos de 2023. Esto supone la legalización y despenalización de tipos delictivos que mayoritariamente solo pueden cometer los políticos. Y se pregunta por qué ocurre esto. La respuesta está en el devenir lógico de un sistema corrupto que la Carta Otorgada de 1978 apuntalada en su infame artículo 2 con la puerta abierta a las llamadas "nacionalidades", que dieron paso al funesto sistema de las Autonomías, que conformaron grupos de poder regionales de clientelismo político y onerosísimas duplicidades administrativas. Todo esto no sucedería si existiera representación política de distrito con mandato imperativo y potestad de revocación, y existieran medios de controlar y limitar la acción del poder político. Finalmente, el analista comenta una de las noticias más polémicas del fin de año: "El TRIBUNAL CONSTITUCIONAL ha fallado por mayoría admitir a trámite la demanda del recurso de amparo de los diputados del PP en contra de la reforma del PSOE para designar a los miembros de dicho tribunal por mayoría simple, por ver vulnerado su derecho a designar ellos por mayoría cualificada a los miembros de dicho órgano del Estado... ¿Qué significa todo esto?", pues para él la evidencia del escándalo de que sea la clase política la que elige a miembros del TC y del CGPJ. En la circunstancia actual se mantienen ambas instituciones con mayoría elegida por el PP, y el gobierno actual busca cambiar la situación en su propio beneficio, tal como hizo el PP en el 2013 con el CGPJ. A través de su recurso de amparo el PP pide parar el proceso, pero no por interés ciudadano, sino por reclamar su privilegio antidemocrático de elegir a los magistrados. Insiste Gisbert en que el TC avala las acciones de los políticos que lo nombra, y, es un foco de corrupción, por no basarse en criterios jurídicos, sino de conveniencia política. Lo que está en juego es si se da un paso más en el control del TC por el poder político, no su existencia, que es de por sí perniciosa. Y cabría, añadimos, no caer en la trampa terminológica de los medios del régimen que hablan de magistrados "conservadores" y "progresistas", cuando habría que llamarlos "elegidos y al servicio de -respectivamente- el PP y el PSOE, pero esto haría que hasta el más lerdo empezara a darse cuenta del inmenso engaño corrupto de nuestra partidocracia.

Luis Escribano denuncia que con la aprobación de la nefasta Ley 20/2021, de estabilización del empleo público temporal, los Ayuntamientos y otras Administraciones Públicas están convocando concursos de méritos para hacer fijos a sus empleados temporales...sin oposición. Luego -añade- vendrán las quejas y lamentaciones por lo mal que funcionan las Administraciones y por empleados ignorantes e incompetentes. Sin democracia formal, vamos al abismo, y no será por falta de advertencias: "los partidos políticos pervierten las normas que ellos mismos aprueban, y lo excepcional lo convierten en lo ordinario, con una clara vulneración de derechos fundamentales de los españoles. Y la nación española lo admite como algo natural, aunque luego muchos de sus miembros no paran de quejarse del bajo nivel que tienen muchos empleados públicos. Si lo analizan con esmero, es una contradicción que la mayoría de españoles exija resultados de lo que en verdad depende de ella misma. El día que dejen de votar, podrán poner fin a estas aberraciones. Como he reiterado en anteriores ocasiones, los partidos políticos no cesan de tomar por imbéciles a la mayoría de los españoles, vistas las tragaderas que tienen con todo tipo de abuso de poder y mientras sigan votándolos como fieles seguidoresSi observan cómo funciona la partidocracia, los partidos crean los problemas y ellos mismos los “resuelven” saliendo impunes siempre. Y, sin pudor alguno, lo venden como un éxito, sin que el pueblo español reaccione. Según parece, actuar como un ser irracional en este mundo está muy valoradoPero no olviden algo trascendente: en una democracia formal, es la nación (el pueblo) el que se otorga a sí mismo los derechos y libertades fundamentales, sin que ningún poder del Estado pueda modificarlos o moldearlos a su antojo. Por eso, cuando observen que el Tribunal Constitucional matiza la aplicación de dichos derechos y libertades para ayudar a los partidos políticos que nombran a sus componentes, les aconsejo que nieguen siempre la mayor. Si observan con detenimiento, los partidos políticos españoles, que no dejan de ser partidos de Estado, no paran de moldear a su antojo dichos derechos y libertades fundamentales, usurpando al pueblo lo que le pertenece. Y ya saben que, el que otorga, puede quitar. ¿Hasta cuando dejará la nación española que los partidos políticos sigan mangoneando sus derechos o libertades fundamentales? ¿Qué más evidencias necesitan para poner fin a esta dañina partidocracia?"

Cerrando el año, Luis Riestra analiza la evolución de la política de contención de la inflación en España: "La ceguera, incompetencia e intereses sobre este asunto son de tal calibre que, alarmado, tuve que calificar a la ministra Ribera, vinculada a Davos, de "ministra mata pobres" en el artículo "Inflación progresista", apelativo que se ha ganado con creces y que no se quitará con esta pausa, que ya ha avisado que todo es temporal y la agenda 2030 tiene mucho saqueo pendiente [...] Mientras los señoritos del lobby de los insectos nutritivos están a sus fantasías para vivir del trabajo ajeno y cargarse otra industria en la que España es puntera, la agroindustria; los alimentos, un rubro muy afectado por el salario mínimo, el transporte, la energía, los fertilizantes (tema del que llevamos más de una año alertando), insecticidas, etc. se han disparado al 15,3% anual (línea roja punteada, gráfica anterior). Aprovechando esa calamidad, la ministra de Transición Ecológica ha venido a salvarnos y nos ha perdonado (de momento) un impuesto sobre los plásticos con el que quiere recaudar otros 800 millones de euros, otro insumo necesario en una actividad que ha debido industrializar más su distribución minorista, dadas las cargas que suporta la actividad y una población expoliada que hace más horas que un reloj para pagar tanto invento parasitario. No teniendo suficiente, en otro más de sus alardes de sadismo globalista y mientras tiene a los españoles a dos velas mordiendo la acera, nos mete una campaña acusándonos de derrochadores. Así hasta que les pongan una camisa de fuerza. [...] ¿Pero, de dónde sale esta gente que nos gobierna, que tanto daño han hecho a nuestra demografía, y que ahora van obsesionados con adoctrinar a los niños y autorizarles una mutilación que solo debería permitirse a un adulto muy bien informado? La respuesta la conocen, la hemos tratado aquí muchas veces, la última al analizar el interés de España y la OTAN, sale del sistema electoral, uno que produce dos consecuencias ineludibles: una, la mala toma de decisiones, la otra, que cada vez genera peores gobernantes. Con esa mala forma de gobierno se ha de vencer la espiral inflacionaria y hacer lo más difícil: políticas de oferta. En todo caso y aunque podría ser mucho mejor, que tengan Ustedes un muy feliz 2023."


viernes, 2 de diciembre de 2022

REVISTA DE MEDIOS DE NOVIEMBRE DE 2022


 


Jill Frank [Spencer Alley blog]



Martín-Miguel Rubio Esteban analiza el legado intelectual y político de Antonio García-Trevijano dentro del concepto gramsciano de hegemonía cultural ("El mensaje político de Antonio, coherente y tantas veces repetido desde hace más de treinta años, forma parte ya de la hegemonía cultural, y ya cualquier ciudadano medianamente informado conoce las trampas y siniestros cambalaches en que se funda nuestro sistema político. Lo que fue un análisis crítico de una sola persona, hoy ya forma parte de las ideas generales, de la conciencia de la ciudadanía española. Y no puede durar mucho un sistema político cuyos fundamentos morales están reprobados ampliamente por la hegemonía cultural del momento."), e incide en las características de nuestra falsa democracia, denunciada por aquél ("Hoy la situación de nuestra libertad está aún peor que en vida de Antonio. Sus negros pronósticos se van cumpliendo cada día con mayor desvergüenza. Al no existir un número mínimo de quorum en la participación electoral, ya no es que en España no exista la Democracia (separación de poderes) ni el sistema sea representativo (candidatos a distritos uninominales seleccionados por el pueblo), sino que el sistema sobrevive aunque sólo sean sus participantes-palmeros los amigos, conmilitones y familiares de los candidatos de los propios partidos políticos, que ya se nos desvelan claramente como empresas voraces muy jerarquizadas de la gestión pública. Pero la culturización política que supone la gran figura de Trevijano irá empapando al pueblo de los conocimientos básicos para que sin violencia nos podamos zafar pronto de la mafia partidocrática de la que hoy somos puro objeto de ludibrio. En nuestra falsa Democracia de participación indirecta no representativa no se votan individuos ni personas, sino colectivos empresariales que ellos mismos acuerdan las mordazas al pueblo en los oscuros mechinales del poder. La Soberanía (Bodino) del Estado español no ha residido jamás en esta “Democracia” en el pueblo español, ni tampoco en la Corona, sino que viene residiendo “realmente” en dos casas de Madrid situadas en las calles de Génova y Ferraz. Como decía el maestro con profundidad, “los partidos estatales, únicos agentes de la acción política, son los únicos sujetos de la historia”.)

Hughes analiza el rechazo de la llegada a Twitter de Elon Musk como una reacción del consenso creado por las Big Tech y los gobiernos para establecer "un discurso manufacturado, crea una verdad. Aquí se llegó a proponer por el racionalismo afrancesado un ministerio de la Verdad, pero sin llegar a tanto nos hemos acostumbrado a las agencias de verificación y a los validadores a su vez validados por instancias oficiales (curioso: yo te valido, tu me verificas). Verificar se ha convertido simplemente en ‘hacer verdad’. Esta unión crea un discurso único, desde arriba, de arriba hacia abajo, en monopolio, no democrático e intransigente. Lo que no entra en el discurso no es sólo no-discurso, es ‘desinformación’ susceptible, por tanto, de ser suprimida y de ser suprimido quien la emite. Esta desinformación se estigmatiza con categorías infamantes y se tipifica y es subsumible, entra perfectamente, en el mundo actual del discurso hegemónico del género o la ecología: la desinformación linda con el discurso de odio.Verdad oficial, es decir, verdad ‘verificada’ es discurso sin trazas de odio. Como una verdad para celiacos-wokistasEl control del discurso y la definición de esta verdad oficial consensuada supone la implicación de las tecnológicas, los gobiernos, los verificadores y de los expertos, figura fundamental que recibe, con Musk, un golpe a su autoestima y también a su estatus [...] Verlos nerviosos ya es algo. Ya es mucho, Elon. Gracias. Pero él quiere más. Ha dicho que aspira a que “Twitter sea la fuente de información más precisa del mundo”. También respondió a un periodista que el problema era que se creían “la única fuente de información legítima”. De estas palabras se puede colegir que Musk entiende la posibilidad de una fuente alternativa de información y, aceptada esa rebeldía, que aspira a que Twitter sea la forma más precisa de todas. Que hay competencia y la quiere ganar. No ser la más potente, ser la más precisa. La más capaz de alcanzar mediante su juicio la verdad [...] Aunque Twitter no se desarrollase como “la fuente de información más fiable”, ya estaría bien si volviera a ser esa tecnología-zoco donde todo pudiera correr libremente. Que garantizara, simplemente, la libertad de expresión, que no es tampoco una expresión sin reglas."

Irene González señala en su artículo que la eliminación del delito de sedición, que beneficia a los actores del golpe de estado de 2017, responde a motivaciones que van más allá de la coyuntural necesidad de apoyos parlamentarios: "El problema no está en la compañía legislativa del PSOE, sino en el PSOELa despenalización de la sedición forma parte del proyecto socialista de debilitamiento de las instituciones, pero especialmente de la nación, como condición necesaria para ejercer un poder sin control y sin consecuencias en un sistema destruido y desvirtuado." La autora señala "fallos estructurales" en la llamada Constitución del 78, que abrieron el camino a lo que llama "Estado Covid" en 2020, que marca el inicio del "nuevo sistema de poder" (podemos recordar así que el Tribunal Constitución condenó como anticonstitucionales los estados de alarma decretados por el gobierno, sin que esto haya tenido ninguna consecuencia para sus promotores, ni haya provocado la menor reacción en una sociedad adormecida y atemorizada). Acierta, en fin, Irene González al concluir que "El problema no es legal, ni siquiera meramente moral, sino de poder, de sistema, de nación sin herramientas para defenderse." Al no existir separación de poderes en origen ni principio de representación política que permita a los electores -que no votantes- elegir a un representante ante el que tengan que responder de sus actos -características de nuestra antidemocracia o Estado de partidos-, la nación está, efectivamente, a merced de una clase política parasitaria.

El mismo Martín-Miguel Rubio Esteban en su serie de Remembranzas trevijanistas recuerda la denuncia de García-Trevijano sobre la inexistencia del principio de representación en el Estado de partidos: "“Nuestra Constitución de 1978 perdura porque no se cumple”, decía nuestro Antonio García-Trevijano. Efectivamente, el propio Tribunal Constitucional ha dejado paladinamente claro, ya varias veces, que los escaños pertenecen al diputado elegido, y no a su partido, y que, por tanto, no puede existir ninguna razón constitucional para expulsar a los malfamados “tránsfugas” del Parlamento. Sin embargo, el diputado que no es ignominiosamente rastrero ante su Jefe de Partido no vuelve a repetir jamás en las listas electorales. Secuestrados los poderes del Estado por los Partidos Políticos, la participación política de los españoles se hace imposible a pesar del papel mojado de nuestra Constitución, una Constitución que perdura porque no se cumple. Así, el indulto no se concede a los súbditos, sino que es una patente de corso exclusiva para la clase política a fin de que ésta pueda seguir realizando sus crímenes sin castigo ni responsabilidad alguna. Un sistema político que garantiza que diez de los doce miembros que componen el Tribunal Constitucional sean nombrados por los Partidos Políticos se asegura mafiosamente que los agentes judiciales más lacayos y rastreros sean miembros de dicho Tribunal, excusándose de ejercer tamaño deshonor en tan alta función los jueces más ejemplares y honestos. Los buenos ya no quieren con sus personas aumentar el número de los rastreros". La supervivencia de este régimen es indisoluble de la servidumbre voluntaria de la sociedad civil: "En el fondo no hay mucha diferencia entre el consentimiento popular que prestan las masas al gobierno de un dictador y al que otorgan las mismas mayorías sociales, en las urnas, a las oligarquías políticas que las maltratan y desprecian en nombre de la “democracia”. El argumento de que se vota a lo menos malo, dentro de lo que hay, era para Trevijano una versión suave, pero paladina, de la justificación y legitimación del servilismo político por la sola circunstancia de que los gobernantes no son tan malévolos como podrían ser. Por lo que, sean como sean, les deberíamos estar siempre agradecidos. La mínima protección que brinda a las masas el estado del bienestar, y que los gobiernos podrían suprimir o disminuir, como ya empieza a sugerirse en esta Europa confrontada contra sí misma, establece un vínculo moral de agradecimiento canino de las clases pasivas y subvencionadas al dictador, o al jefe de la banda gobernante que mantiene las migajas de los auxilios sociales."

A cuenta de la escandalosa reducción de penas para abusos y agresiones sexuales que conlleva la llamada ley 'del sí es sí' Irene González atina plenamente al calificar a sus ineptas promotoras no como feministas sino como generistas: "Son soberbias porque se saben impunes, poderosas. Son víctimas, pequeños dioses de nuestro tiempo. Mujeres que dicen ser un constructo social y viven del género. No son feministas, sino generistas, alejadas de la realidad de la mujer que ha sufrido o sufrirá una violación. Son buenas representantes de una agenda ideológica global con enormes presupuestos de lobbies." Una consigna ideológica -no hay abuso, todo es violación- ha dado lugar a este desastre, como indica Irene González ("Aquellas concentraciones frente a los Juzgados tras la sentencia de la Manada en las que prometieron que no habría abuso, todo sería violación. Esta el la clave del desastre. Para que todo fuese considerado violación había que reducir la duración de las penas, pues bajo un mismo término se estaban englobando actos de distinta gravedad. Cuando todo es violencia, incluso una mirada, un piropo, la violencia real deja de tener la misma gravedad. Quisieron que todo fuese violación y con ello consiguieron abaratar uno de los peores crímenes contra las mujeres. Los datos de agresiones sexuales en manada no han dejado de crecer desde que se creó el Ministerio de Igualdad, contrario a la ciencia criminológica y al derecho. Ir de convivencias a una Fundación de la ONU no es lo mismo."), perpetrado por un grupo de ignorantes sectarios que legisla desde el poder ejecutivo; nada más lejos, de hecho, de una auténtica democracia donde sería la nación la que legislaría a través de una asamblea de verdaderos representantes de distrito no sometidos a listas cerradas -o abiertas, lo mismo da- de obediencia debida al jefe de cada partido.

Rubén Gisbert señala los dos errores de la llamada ley 'del sí es sí' que ha llevado a la escandalosa reducción de penas para delitos sexuales que se ven obligados a dictar los jueces según establece la propia Constitución: por un lado, la eliminación del delito de abuso, y por otro, la exclusión de la penalidad en los casos en los que ha habido consentimiento aun tratándose de un menor. Gisbert interpreta este despropósito criminal como una manifestación más de nuestra perversa y estulta partidocracia, donde los poderes no están separados, dando lugar al que sea el poder ejecutivo el que legisla desvergonzadamente, pues no hay un poder legislativo que represente a la nación, pues quien detenta el poder ejecutivo controla el poder legislativo y el judicial, como en el Franquismo.

Sobre la supresión del delito de sedición, pactada por el actual gobierno con sus socios separatistas, Ignacio Ruiz Quintano señala que la desnaturalización de tal delito procede ya de la Dictadura, y que la degeneración de ésta -hablando en términos aristotélicos-, la Partidocracia no ha hecho que ahondar en tal proceso, según el principio de "la ley a la ley", que impidió la ruptura democrática, y es una de las causas del actual y futuro consenso separatista, que avanza hacia la liquidación de la nación española, que será eliminada como sujeto constituyente, sometida al control de varios estaditos partidocráticos: "¿Qué significa pacto? Pacto, en política, significa componenda, es decir, oligarquía. ¡Nuestra famosa oligarquía de partidos! Si hay pacto, no hay democracia, pero esto no lo sabe un país que lleva medio siglo oyendo que democracia es el arte de pactar. ¿Qué es el catalanismo sino pactismo? Y de la necesidad de pactos surge la corrupción, cuya apoteosis sería “el Pacto de la Sedición” [...] ¿Qué significa sedición? Por el único pensador político que estudió “la anomalía española” [Antonio García-Trevijano], sabemos que en el franquismo, porque el Régimen procedía de un alzamiento, los delitos de rebelión y sedición fueron sacados de su sitio (delitos contra el Estado y la Nación) y desviados hacia el orden público. El parchís kelseniano de la Santa Transición (de oca en oca y tiro porque me toca) sólo tuvo que reorganizar el juego: sobre la masa madre del Código del 73, los pasteleros del 95 amasaron la rebelión como delito… ¡contra la Constitución!, y la sedición, como delito… ¡contra el orden público! [...] La cosa, desde el principio, fue que nunca pudiera ser perseguida la sedición, razón por la cual las resoluciones del Tribunal Constitucional no fueron de obligado cumplimiento hasta la reforma de Rajoy (por otros motivos), y aun así ahí tenemos, sin sanción, los confinamientos anticonstitucionales de la llamada pandemia. Ahora, como diría la Jurado, ya es tarde, y el final de la Nación española que fue queda en manos de las cabezas jurídicas de los Bolaños y los Pons, cuya ciencia del Derecho es la ciencia matemática del Consenso (la repartija). [...] Y no. No es Sánchez. Es (de la ley a la ley) el Régimen."

Juan Soto Ivars entrevista a los profesores Xavier Massó e Irene Murcia, organizadores del congreso "La necesidad social del conocimiento" (Barcelona, 26 de noviembre). Éstos señalan la aberración que supone que los profesores estén subordinados a los pedagogos ("La pedagogía como auxiliar del profesor, buscando técnicas, escuchando y dialogando con los equipos docentes. Pero lo que tenemos es el pedagogismo: una idea del trabajo de los pedagogos como el alfa y el omega de la educación, con los profesores al servicio de sus cruzadas, y molestando lo menos posible. Es una aberración conceptual [...] Desde la pedagogía se proponen soluciones aparentemente científicas que no tienen ningún respaldo científico. Es llamativo en la última reforma educativa, pero no se queda ahí. La formación continua de profesores la dan pedagogos. Yo he ido a muchos cursos, y son una decepción absoluta. Repito: es gente hablando como si tuviera un método científico de aprendizaje, y diciendo cosas sin el más elemental respaldo científico. Hacen propuestas imposibles de llevar a la práctica, y entonces el problema es tuyo, del profesor, que es un inútil y un reaccionario."). Analizan acto seguido la definición que se puede dar de las "competencias" y la evaluación basada en ésta, así como el papel que da al docente el constructivismo pedagógico, vigente como sustrato ideológico desde los tiempos de la LOGSE ("Mira, la OCDE entiende por competencias una combinación de conocimientos, destrezas, actitudes y valores. Suena bonito, ¿verdad? Pues es inconcreto. Pero además, si tú miras la definición de competencias que dicen aplicar en nuestras leyes educativas, resulta que los conocimientos desaparecen. Empezamos a hablar de "saber hacer", etcétera. Este énfasis en la enseñanza competencial consiste en convertir la escuela en un centro para tener entretenido al personal hasta que, a los 16 años, entra en edad laboral. Y por el camino, falsear los criterios de evaluación para que parezca que han aprendido mucho, y quedar bien en los rankings [...] El dogma detrás de todo esto es el constructivismo social, cuyo enunciado fundamental es que los conocimientos no se pueden transmitir, sino que se los construye cada cual en su propio psiquismo. Bajo este paradigma, el profesor es un "coach", un orientador, un mediador.") Se señala a esta ley como punto de inflexión negativo, que ha traído como consecuencia la bajada organizada de niveles, y la primacía creciente del adoctrinamiento sobre la transmisión de conocimientos "poderosos" ("Los planes de estudio que impuso la LOGSE no han cambiado. Es una de las razones fundamentales del deterioro escolar progresivo. Cada partidito trae su reformita, pero la LOGSE sigue siendo la madre de todas. La rebaja de contenidos desde entonces es progresiva y escandalosa. Ahora, viendo que el desastre es mayúsculo, cambian los criterios de evaluación para que sea imposible evaluar. Y verás cómo suben las notas. Algunos aprobarán a todo el mundo para no meterse en líos [...] Si tú vacías la escuela de conocimientos, lo único que te queda es adoctrinamiento, ideología. Una educación cívica en valores, que habría que ver también cuáles son, redunda en el adoctrinamiento típico del modelo totalitario. No exagero. Si tú coges las premisas educativas del fascismo italiano, las del ministro Gentile, te sale eso: cuatro cosillas para que el niño sepa hacer funcionar la planta en la cadena de producción de la factoría Fiat y todo un modelo ideológico de justificación de un sistema del cual se te ha impregnado. Es lo que decía Aldous Huxley: la dictadura perfecta es aquella que los ciudadanos no conciben como tal. Y eso empieza en la escuela.").