martes, 30 de abril de 2019

FLORILEGIOS diarios de TREVIJANO por Juan Antonio Pérez - La gobernabilidad de Cataluña. La burguesía catalana.




El clima de tensión determinará el resultado de las votaciones de listas de partido en Cataluña. Fuentes: Radio libertad constituyente: https://www.ivoox.com/ds-la-gobernabilidad-cataluna-ii-audios-mp3_rf_1615939_1.html Música: Nocturno Opus 9/2 de Chopin (Varsovia 1810-París 1849) Producido y realizado por el MCRC Visite mcrc.es. El Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional es una asociación cultural y prepolítica. RLC 2019 diariorc.com mcrc.es
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domingo, 21 de abril de 2019

FLORILEGIOS diarios de TREVIJANO por Juan Antonio Pérez - La hispanidad. La gobernabilidad de España. Una República moderna.




El ideal fin de la conquista de la libertad política colectiva ha de ser referencia para el mundo hispánico. Breve resumen de la Historia política española de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX. Ni una república parlamentaria ni una república de partidos pueden garantizar la libertad política colectiva, sólo la república constitucional la garantiza. Fuentes: Radio libertad constituyente: https://www.ivoox.com/rlc-2017-10-13-la-sublevacion-espanola-catalanes-audios-mp3_rf_21445398_1.htmlMúsica: Opus póstumo 66 en do sostenido de Chopin (Polonia 1810-Francia 1849) Producido y realizado por el MCRC Visite mcrc.es. El Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional es una asociación cultural y prepolítica. RLC 2019 diariorc.com mcrc.es
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jueves, 18 de abril de 2019

¡VOTAD, EGABRENSES!




Es conocida la anécdota ocurrida en las Cortes Franquistas durante una intervención de don José Solis Ruiz, a la sazón Ministro Secretario General del Movimiento, y natural de Cabra (Córdoba), en la que defendía el aumento de horas de deporte en los colegios en detrimento del latín, con frases, al parecer, como "porque en definitiva, ¿para que sirve hoy el latín?". A lo que saltó otro diputado, el cultivado don Adolfo Muñoz Alonso diciéndole: "Por de pronto, señor Ministro, para que a su Señoría le llamen egabrense y no otra cosa".

No sabemos si este menoscabo del estudio del latín, ya iniciado en la Ley General de Educación franquista de 1970, y sentenciado por la LOGSE de 1990 y sus variantes posteriores ha tenido algo que ver en las recientes afirmaciones de Pablo Iglesias en una entrevista en Youtube: "¡Votad, cabrones, votad lo que queráis, pero no os quedéis en casa!". Este insulto, que se quiere cariñoso a fuer de perentorio, ilustra la preocupación principal de cualesquiera partidos del régimen del 78, que es la abstención, agitando la amenaza de sus contrincantes políticos, como el que muestra la camiseta del equipo de fútbol propio frente a la del contrario, lo que no empece para que después del partido vayan a tomarse juntos la cerveza del consenso. 

Razones tiene Iglesias, según sus intereses, de estar cabreado, pues por cada escaño que obtienen los partidos que viven instalados en el Estado reciben de él en concepto de subvenciones 21.168 €, 0,81€ por cada voto al Congreso, y 0,32€ por cada voto al Senado, como informa Vozpopuli. Es algo sin duda peor lo que piensa Iglesias para sus adentros de los paganos de la "fiesta de la democracia", aquellos que votan y hacen que todos paguemos de nuestros impuestos a esta casta de vividores del Erario Público y del reparto del botín del Estado, convertidos los partidos, como señalaba Antonio García-Trevijano, en facciones de éste, e instrumentos de su consenso apolítico, pues al no haber representación de los ciudadanos y, por ende, de la hegemonía política en la sociedad civil, tampoco puede existir libertad política ("Si la hegemonía electoral no traduce en las urnas la hegemonía política existente en las relaciones económicas, sociales y culturales de la sociedad, será porque los electores no han tenido libertad de elegir a sus representantes políticos. Eso sucede con la elección proporcional, donde todos los candidatos son elegidos por media docena de dirigentes de partidos estatales. Sin libertad de elegir y con censura de candidatos, no se realiza la fórmula de Gramsci, "gobierno es hegemonía más dictadura". Sin hegemonía civil sólo puede haber dictadura." (Teoría Pura de la República, El buey mudo, 2010, p. 390).

Consigue, sin duda, Iglesias renovar el lema de su partido para la campaña electoral ("La historia la escribes tú"), un tanto pretencioso, y homologarlo con su exabrupto de aparente frescura cuartelera y huera a los de los otros partidos ("Haz que pase", PSOE, "Valor seguro", PP, "Vamos", Cs, "Por España, VOX), adaptados a la mecánica publicitaria de los medios de comunicación generalistas, con los que los partidos viven en simbiosis de intereses e interpretación de la realidad. Es así que los súbditos de esta monarquía de partidos vivimos sometidos a la agobiante presión mediática que hace de los partidos estatales los únicos protagonistas de la vida pública y política estas fechas, sin que quede aire que respirar de posibilidad de libertad o de cuestionamiento del régimen actual. En ese Matrix mediático no hay luces que iluminen la reflexión sobre una vía de escapatoria, que pasa necesariamente por considerar el votar no como un deber, sino como un derecho político.

Por otra parte, insultar a los votantes llamándoles "idiotas" o "corruptos" si se defiende la abstención electoral activa, parece un mal copia y pega del pensamiento del pensador político granadino y fundador del MCRC, propia de cierto autismo intelectual y de una soberbia que no condice con los propios méritos, pues García-Trevijano exigía siempre una corrección exquisita en la expresión de los principios. Ciertamente, ni pegatinas, ni camisetas ni memes pueden remplazar la voz y la palabra que pedía Blas de Otero, la voz educada y divulgada en el medio creado por García-Trevijano como vehículo verdadero de convencimiento. La voz que no tiene ahora el MCRC.


FLORILEGIOS diarios de TREVIJANO por Juan Antonio Pérez - Los chulos del Estado. El gobierno tiene el pueblo que se merece. Ley del péndulo. Hombres masa. Méjico.




Étiene de La Boétie acuñó la expresión "chulos del Estado". El marco constitucional basado en el consenso ha sido destruído por la ambición de la partidocracia catalana.Tanto gobernados como gobernantes tienen una merecida relación de poder. La ley del péndulo pone en riesgo la unidad del sujeto constituyente. Eliminada la representación política por el sistema de listas, la naturaleza integradora de la partidocracia genera hombres masa. El partidismo es superior a la honradez porque el interés del partido es superior a la cosa pública. Blesa, ejemplo del latrocinio español. La enseñanza pertenece a lo público, la educación pertenece a la familia. El mito de la transición española se ha exportado a hispanoamérica. La democracia imposibilta el pacto y el consenso de partidos pues se rige por la mayoría absoluta y la separación de poderes. Extraído de radio libertad constituyente emitido el 3 de diciembre del 2012 en el que se analizan los titulares de los diarios hegemónicos. Fuentes: Radio libertad constituyente: https://www.ivoox.com/informativo-rlc-3-12-12-separatismo-catalan-sociologia-los-audios-mp3_rf_1619277_1.html Música: 2º mov. Andante un poco sostenido del concierto para piano nº18 de Mozart (Salzburgo 1756-Viena 1791) Locución: David Cabrera. Adrián Perales Pina. Producido y realizado por el MCRC Visite mcrc.es. El Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional es una asociación cultural y prepolítica. RLC 2019 diariorc.com mcrc.es
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sábado, 13 de abril de 2019

FLORILEGIOS diarios de TREVIJANO por Juan Antonio Pérez - La secesión ha fracasado pero la sedición ha triunfado. Libertad para España. ¿Casta? ó clase política. Ce...




Para que haya tumulto no se requiere el uso de la violencia. La República Constitucional garantiza la igualdad ante la Ley y la libertad política colectiva. 500 años de Historia han forjado la unidad material de España. Sin separación de los poderes en origen es imposible acabar con la corrupción política. Podemos puso de moda el término sociológico casta para referirse a la clase política. El centro ideológico no existe, lo que existe es el centro de poder ejercido cuando se está en el gobierno. Fuentes: Radio libertad constituyente: https://www.ivoox.com/rlc-2017-09-27-republicos-venezuela-audios-mp3_rf_21150499_1.htmlhttps://www.ivoox.com/rlc-2014-11-30-discurso-rajoy-cataluna-y-audios-mp3_rf_3798641_1.html Música: Cádiz, de Isaac Albéniz (Camprodón 1860 - Cambo-Les-Bais .Francia 1909). Producido y realizado por el MCRC Visite mcrc.es. El Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional es una asociación cultural y prepolítica. RLC 2019 diariorc.com mcrc.es. Escuche aquí.

lunes, 8 de abril de 2019

FLORILEGIOS diarios de TREVIJANO por Juan Antonio Pérez - Principio de igualdad entre los españoles. Indignación. Sedición




El MCRC tiene como finalidad la apertura de un período de libertad constituyente donde se garantice la libertad política, y el principio de igualdad de individuos y regiones de España. Fuentes: Radio libertad constituyente: https://www.ivoox.com/rlc-2017-10-13-la-sublevacion-espanola-catalanes-audios-mp3_rf_21445398_1.html Música: Presto ,9ª sinfonía de Beethoven (Bohn 1770- Viena 1827) Locución: David Cabrera. Producido y realizado por el MCRC Visite mcrc.es. El Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional es una asociación cultural y prepolítica. RLC 2019 diariorc.com mcrc.es
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domingo, 7 de abril de 2019

LA CORRUPCIÓN COMO FACTOR DE GOBIERNO



OPS



Decía Aristóteles, escribiendo sobre las formas de gobierno, que la dictadura degenera en oligarquía; ésta posee dos virtudes, una moral, la tolerancia -frente al respeto, virtud de la democracia (pues el que tolera a otro lo hace desde un sentimiento de superioridad)-, y otra intelectual, el consenso, que asegura la coexistencia de las castas dominantes -frente al juego de mayorías y minorías propio de la democracia. De tal suerte, la sociedad española desde la época de la Transición se ha preciado de ser tolerante, y tanto en la esfera pública como en la privada hay un sincero afán por llegar a consensos -del que no se excluye últimamente ni al fascismo -cómo no, nacionalista- terrorista-; todo ello son elementos de la hegemonía cultural impuesta por la Oligarquía neofranquista que rige nuestros destinos (pues, al igual que en el Franquismo o en cualquiera otra dictadura no existe control sobre el poder ejecutivo); con la salvedad, como señala Antonio García-Trevijano, de que el Franquismo no necesitaba de la corrupción como factor de gobierno a diferencia del Régimen actual. La Transición, pues, fue un proceso destinado a la supervivencia del Régimen franquista, con su Sucesor a la cabeza, integrando en éste a los partidos de la oposición; para ello se creó, primero, un sistema electoral proporcional de listas -dando igual que sean abiertas o cerradas desde el momento en que los múltiples candidatos no representan al elector sino al jefe del partido que los coloca en aquéllas- que otorga el poder alternativamente a unos partidos estatales, que no cumplen su función de intermediarios entre la sociedad civil y el Estado, su enemigo natural, sino que forman parte de Éste y a éste defienden pues es quien los subvenciona -es un hecho inaudito en cualquier Constitución que se establezca en ella el sistema electoral, con el fin de blindarlo, como en la del 78, ajena por ende que fue a un proceso constituyente-; luego, se habilitó un entramado institucional, el Estado de las Autonomías, no destinado a descentralizar o desconcentrar la Administración, sino a multiplicarlo en torno a 17 centros, para colocar a los cuadros de los partidos y a sus henchidas clientelas. De tal manera que el partido que accede al poder en España, cumpliendo con su función de integrar a las masas en el Estado como preconizan los totalitarismos, cuenta con el ejecutivo y con el control del poder legislativo y de los órganos de poder de los jueces, a cuyos miembros se ha arrogado, con el consenso de las otras fuerzas mayoritarias, el poder de elegir. Sin representación ni separación de poderes, que garantiza la fiscalización del poder, la corrupción es el carburante del sistema, que a todos sus beneficiarios mantiene contentos, generándoles privilegios a los que no están dispuestos a renunciar, a costa de exprimir y explotar a la sociedad civil hasta lo insoportable de acuerdo con su espíritu de casta política, egoísta y cerrado, e indiferente, por tanto, a su responsabilidad suma en la ruina económica, educativa, cultural y moral de nuestra desorientada sociedad.

Resulta sintomática la corrupción de la Casa Real, que no es para nada casual, pues es la clave de bóveda del sistema, como demuestra el hecho de que los poderes del Estado se lanzaron de una manera desvergonzada a ocultarla o minimizarla llegando al esperpento, como en el caso de las presuntas propiedades de una las Infantas, en el que la actuación de Hacienda resulta extravagante, pues su brazo, como es sabido, es de hierro con cualquier otro ciudadano que no declare o declare incorrectamente el aumento de su renta.

Ante tales situaciones el ciudadano (en nuestro caso, súbditos de una Monarquía corrupta y degenerada, garante de este Estado de Partidos) se queda descorazonado, y frente a las actitudes serviles y cortesanas de muchos medios de comunicación siente la tentación de un ostracismo interior ilustrado, con el convencimiento de que votar en un sistema como éste es corromperse y contribuir a la corrupción. La única manera pacífica, pues, de socavar este régimen es la abstención activa, que acelerará su deslegitimación, que es también la de la socialdemocracia surgida en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, a pesar de la cristalización de sus élites, en palabras de Vilfredo Pareto.

domingo, 31 de marzo de 2019

"BAJO EL SIGNO DE LA ESVÁSTICA" DE MANUEL CHAVES NOGALES




La reedición de la obra periodística y literaria de Manuel Chaves Nogales (1897-1944) es uno de los hitos fundamentales de la cultura española de las últimas decadas, pues ha revelado al escritor sevillano como uno de los fundamentales del siglo XX. En este sentido la editorial Almuzara ha publicado en una edición muy cuidada un gran reportaje que realizara Chaves Nogales sobre la Alemania nazi al poco de la toma por el poder de Hitler en 1933 -ayudado por el sistema proporcional creado en la república de Weimar, y sus partidos estatales, germen del totalitarismo-, y que se publicó en una serie periódica en el diario Ahora bajo el título "Cómo se vive en los países de régimen fascista".

Frente a la mediocridad cortoplacista de la prensa escrita actual en España, que se reviste a menudo de ínfulas literarias, sorprende el nervio literario y sintético del reportero sevillano, que analiza con aguda clarividencia la sociedad alemana del momento, mirando por encima de los acontecimientos y de la anécdota colorista, para ofrecer a sus lectores de antaño y hogaño una visión cabal y vívida de una nación que desea y prepara la guerra en forma de relato apasionante por más que metódico.

Ya cruzando la frontera franco-alemana, nos transmite Chaves la sensación de hallarse en otro mundo, en el que el guardia patrulla junto a un nazi, y los miembros de los círculos pequeñoburgueses de las ciudades son los que han encubrado a Hitler, una pequeña burguesía deseosa de revancha nacionalista, y que es -antes y ahora- el caldo de cultivo de los fascismos: "Si Adolfo Hitler está gobernando hoy en Alemania, es porque lleva doce años predicando la guerra [...] Si los nazis se dedican hoy al deporte de cazar como a ratas a los judíos y los socialistas, es esencialmente porque los judíos y los socialistas son pacifistas. Esta palabra de "pacifista" es el mayor insulto que se puede dirigir en estos días a un ciudadano alemán" (p.26). Estos pequeñoburgueses desean  batirse por el ideal de la Gran Alemania, cuya misión es la de salvar la raza aria, y la civilización occidental con una nación en armas; por ello, describe Chaves la militarización soterrada de la sociedad alemana, ya de por sí disciplinada, no sólo a través de las fuerzas paramilitares del Partido, sino a través de organizaciones como las de "los trabajadores voluntarios", último  refugio de miles de técnicos en paro en la Alemania de la Gran Depresión, que trabajan a cambio de un pequeño jornal y en campamentos que Chaves asimila a soldadas y a cuarteles. Afirma el periodista que el trabajador alemán se ha dejado ganar por lo que Hitler ha tomado prestado al socialismo, aun si dejar de ser aliado de la pequeña y gran burguesía, con la que practica un doble juego, al tiempo que corteja a la juventud en paro y rebelde, su principal recurso, y la mujer es mandada de nuevo al hogar.

Chaves dedica un capítulo a la "extirpación metódica" -término hitleriano- de los judíos, a los que se priva de medios de vida al tiempo que no se les deja salir del país, y hace el cronista una clarificadora comparación con los Reyes Católicos -aunque no deja frecuentemente de comparar la Alemania nazi con la España republicana-: "Vamos nada menos que a reivindicar a los Reyes Católicos [...] si los Reyes Católicos en vez de católicos hubiesen sido arios, y en vez de la cruz hubiesen llevado en su pendón la svástica (sic), habrían encontrado un arbitrio menos heroico y más beneficioso que sólo su catolicidad les vedaba. No los habrían expulsado, no [a los judíos]. La expulsión ocasionaba un daño demasiado grave a la economía general del país. Hubiesen hecho algo más sencillo; no los hubiesen dejado vivir y no los hubiesen dejado marcharse. La barbarie medieval no permitió entonces el alumbramiento de esta fórmula genial del racismo, que estaba reservada a la mayor gloria del siglo XX" (p. 101). Chaves señala al pueblo alemán como al Gran Inquisidor del sadismo criminal de sus gobernantes, convertido en una masa llena de odio dispuesta a verdaderos crímenes. El libro se cierra con una entrevista de Chaves al doctor Goebbels, del que realiza un retrato implacable, y las crónicas de una conferencia ofrecida en Sevilla por Chaves sobre su reportaje, en la que se declaraba enemigo de las dictaduras roja, negra y parda "porque rebajan la dignidad del hombre".

Es admirable la claridad, rotundidad y facilidad de síntesis expositiva del autor sevillano, y su riqueza léxica que hace resonar en la memoria términos como "fascistizante" o "instantaneística".

FLORILEGIOS diarios de TREVIJANO por Juan Antonio Pérez - El 12 de Octubre del 2017




La política es una relación de poder. Fuentes: Radio libertad constituyente: https://www.ivoox.com/rlc-2017-10-13-la-sublevacion-espanola-catalanes-audios-mp3_rf_21445398_1.html Música: Preludio, suite para violonchelo BWV 1010 de J.S.Bach (Eisenach 1685-Leipzig 1750) Locución: David Cabrera. Producido y realizado por el MCRC Visite mcrc.es. El Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional es una asociación cultural y prepolítica. RLC 2019 diariorc.com mcrc.es
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domingo, 24 de marzo de 2019

FIN DE RÉGIMEN



Jorge Galindo y Santiago Sierra, "Los encargados".



El Zeitgeist, el espíritu de los tiempos, parece confirmar de modo creciente la impresión de que nos hallamos en un período de fin de régimen; desafortunadamente, en la historia de España es patente que los regímenes se enquistan durante décadas, y a su final no suele ser extraña la violencia, o un gran perjuicio para el pueblo. Es, pues, en este punto interesante detenerse en la distinción que hacía el politólogo español García-Trevijano entre lo político y la política; lo político para él es lo público, lo del Estado, mientras que la política es lo perteneciente al gobierno. Así, el consenso, base intelectual del actual Estado de Partidos o Partitocracia, asegura el no traer a la política asuntos como la corrupción o la situación económica desesperada de la gente.

Y es que la corrupción política es causa mayor de la ruina de la población; de tal suerte que, cuando se propone desde instancias financieras internacionales y europeas reducir un 10% los salarios, se obvia siempre, aparte de rechazar esta barbaridad abusiva, que la crisis y su manifestación más sangrante, el paro, tendrían pronto alivio si se libraran a la economía productiva los 100.000 millones de euros que cuesta el Estado de las Autonomías (manteniendo las que sí lo han sido históricamente, y fueron eliminadas por la fuerza de las armas, Cataluña y País Vasco), creado por el Sucesor de Franco y sus nuevos partidos estatales para asegurar cargos y prebendas a su clientela, que no ha hecho más que crecer (resulta, en este aspecto, muy sintomático el que el gasto de las CC AA se disparara un 20% durante la crisis, en vez de reducirse en proporción, al menos, a los sacrificios fiscales y salariales que se les exige a los españoles); fue, por otra parte, un gran éxito de la casta política el derivar parte del disgusto larvado de la gente respecto al sistema hacia los funcionarios, de los que los políticos y sus sindicatos neoverticales desconfían por sus principios constitutivos de mérito y capacidad, totalmente ajenos a su esencia corrupta y clientelista.

Dicho afán de crear división y tensiones ha sido una constante del régimen actual, como modo de ocultar sus miserias; pero, mientras que en la sociedad civil sí existe derecha e izquierda, en los partidos políticos -que deberían constituir la sociedad política, entendida como intermediario entre la sociedad civil y el estado, pero que son estatales, pues viven de él y con él se identifican-, sólo hay socialdemocracia, que ha engañado durante muchos decenios a la gente con su siniestro señuelo del Estado del Bienestar; en cambio, cuando las cañas se tornan lanzas, por haber favorecido aquélla la conversión de la economía productiva en financiera, creando deuda para sostener el mastodonte presuntamente benéfico, no tiene empacho en cargar el peso del esfuerzo económico sobre los hombros de los ciudadanos (perdón, súbditos); cualquier cosa, pues, antes que la casta política recorte sus privilegios y gabelas así como los de los grupos financieros y empresariales oligopólicos de los que van de la mano. El Estado, en suma, está asumiendo su verdadero rostro de enemigo de gran parte de la nación, y es evidente que su reforma no va a surgir ni de la Monarquía, espejo de corrupciones, ni de los partidos estatales que viven de él, sino de un proceso de libertad constituyente que traiga un régimen auténticamente representativo y una democracia formal que, con sus reglas de juego de control mutuo entre poderes, ponga coto a tantos abusos.