Página promocional, el 7 de mayo de 1933 en el periódico Ahora, de la serie de reportajes sobre Alemania e Italia, realizados por Manuel Chaves Nogales, y publicados por la ed. Almuzara en 2012 con el título de "Bajo el signo de la esvástica" (via)
Ignacio Ruiz Quintano trae a colación el asunto de la corrupción en el fútbol para ilustrar la apatía política de la sociedad civil española: "España oye hablar ahora de la corrupción del fútbol (su timbre de “Kultur”) con fatalismo franco-alemán y apatía ibérica. Esa pasión de beatitud vital y arrogante desprecio de las cosas inquietantes proviene, según el único español [Antonio García-Trevijano] que lo estudió en profundidad, del hábito de obediencia política, y lo refuerza [...] Y es que, al taponazo de botella de champán del mayo madrileño contra el francés, siguió lo que Dalmacio Negro ve como “una especie de atonía popular que constituirá siempre el talón de Aquiles del liberalismo”. –Lo más grave es que la indiferencia popular contribuirá a que la clase política se corrompa y se deje separar fácilmente de la sociedad civil."
Gregorio Morán denuncia la "sociedad podrida" en cuyo seno se produjo el desenlace fatal de un episodio de acoso dirigido contra dos hermanas de origen argentino en Cataluña. Morán habla de una sociedad anestesiada y servil respecto a la legislación ideológica creada por el ejecutivo, que sirve para ocultar el verdadero origen del mal, el odio xenófobo reforzado por la política de limpieza lingüística al modo fascista: "Entonces aparece con su manto nuevo la sociedad podrida. Que se creían ellos que era Sallent y qué era Cataluña. A los padres no los podían echar por más que perdieran el trabajo y les fuera menester vivir a la que salta, el precariado. Pero las niñas no; o aprendían catalán o sabrían lo que era una sociedad de blancos y pobres, agarrados a la xenofobia pero temerosos siempre de no caer en la islamofobia, que eso puede tener malas consecuencias y hay que darles tiempo a que pasen al catalán, porque ellos no están marcados por la lengua opresora de sus padres y madres que hablan castellano. Nada que sea trascendente tiene valor para quien alimenta el resentimiento. El miércoles salió en el BOE la Ley de Autodeterminación del Sexo Registral según la cual un adolescente a partir de los 16 años puede cambiar de sexo a voluntad. La parroquia taciturna; apenas alguna voz de experta en la materia señalando que se trata “el primer gran escándalo médico y ético del siglo XXI”. El mundo de la izquierda institucional se decanta por el sexo y el bienestar animal, pero aún no tenemos un Freud que nos lo diagnostique. Primero “el sólo sí es sí”, una tautología para gente sin pasiones, con grave costo para el victimario. Ahora la autodeterminación individual de género sin otro requisito que la intención; una reducción del anuncio “la república de mi casa” por el más vistoso de “mi cuerpo es una república”. Pertenezco a una generación viejuna que en general no estaba a gusto con su físico, ni con su municipio, ni con su sindicato ni con su Régimen, pero de ahí pasamos a la modernidad narcisista y sus nuevos relatos cuasi constitucionales. Yo escojo mi género a voluntad y además debe sufragarlo la Seguridad Social. No es que hayamos perdido el norte, es que se nos cayó la brújula. [...] Ya tiene que estar narcotizada una sociedad para que considere que a los 12 años una querencia pueda convertirse en algo irreversible. Pasmo es lo que causa que medios de comunicación para “la buena gente” -que por inquietante que resulte se da en el área de Núñez Feijoo tanto como en la de Pedro Sánchez- se haya recogido la tragedia como la desgraciada aventura de una niña y “el de un chico suicidado en Sallent”. Convertir el drama en una historia de trans postmortem es el colmo de la modernez periodística y sólo contribuye al objetivo de diluir las responsabilidades sociales."
Irene González considera el feminismo institucional como una manifestación de misoginia, contra la que se rebela: "El feminismo que le ha tocado vivir a mi generación parece ideado por el mayor miserable de los misóginos. Me siento insegura en las calles viendo cómo se prioriza la paridad en la policía a mi seguridad personal como mujer. Un feminismo que con su victimización ha conseguido que la desconfianza y la incredulidad sean lo que envuelva a toda denuncia de violación, acoso y maltrato fuera de un tribunal. Que las verdaderas víctimas de esos deleznables delitos sientan la desprotección social de ser creídas y comprendidas en su entorno. Callar para que no te confundan con las miserables que utilizan la nueva legislación en venganza o negocio. Un sistema en el que un hombre no debe hacerse responsable de dejar embarazada a una mujer y el matrimonio es considerado opresor. Mujeres reivindicando el aborto como derecho liberador de la vida de sus propios hijos. Sólo un sádico misógino podría haber ideado un sistema así bajo el nombre de feminismo, donde la indefensión física de las mujeres es considerada un avance en la igualdad, donde el aborto es el mayor derecho de la mujer y donde en el ecosistema hombres y mujeres vivimos apartados culturalmente." En su vídeo anterior sobre la nueva propuesta legislativa de paridad en los consejos de administración y listas electorales -que demuestra la falta de separación de poderes pues el poder ejecutivo el que legisla, y la falta de representación política, pues ésta será determinada por los genitales-y en éste sobre la celebración del 8M, Rubén Gisbert, por otra parte, señala la desigualdad ante la ley que existe en España entre hombres y mujeres, fruto de una misandria ideológica totalitaria y estatalista, que tienen como objetivo crear conflictos sociales y división, de lo que se benefician los buitres políticos para justificar su modo de vida y sus clientelas. Tal "diarrea legislativa" partidocrática confluye en ser negativa tanto para hombres como para mujeres.
En sus Remembranzas trevijanistas el doctor Martín-Miguel Rubio Esteban reflexiona sobre la degeneración de la fotografía como arte realista y su transformación en instrumento de la manipulación propagandística antirrusa en la guerra de Ucrania: "En el terreno de la veracidad de lo real, nos decía Trevijano, ([que] ,como Sócrates, fue el tábano puesto por el “daímon” inmortal de España en el hoy español para aguijonear y despertar a sus conciudadanos hebetados por un consenso que nos dice que estamos perfectamente representados en el Parlamento y que somos libres) el arte no puede competir con la fotografía. La pintura abstracta comienza a germinar cuando las bellas artes plásticas dejan de ser informativas. La fotografía toma el relevo del arte en esta función. Durante la Guerra del 14, los lectores de periódicos sintieron la emoción de los acontecimientos a través de la fotografía. Si decimos “la imagen vale más que las palabras”, no es porque el sentido de las cosas físicas o sociales se capte mejor con imágenes gráficas que con descripciones literarias. Es porque en aquella época de inocencia se creyó, respecto a la veracidad de lo representado o lo narrado, que las ficciones del arte no podían igualar, en credibilidad, a la fotografía. De ahí que ésta se desarrollara durante aquel sangriento conflicto con una estricta deontología profesional, ajena al arte y a la crónica periodística de los sucesos. La manipulación del negativo captado por la cámara estaba prohibida. El declive de la literatura y la pintura ha sido paralelo a la ascensión de la secuencia fílmica y del fotograma. Se creía con fe ciega que el verismo del ojo mecánico no podía engañar. Hasta que bastante tiempo después se descubrió la posibilidad de fraude mediante el montaje y la descomposición artificial. Hoy la inocencia artística de la fotografía se ha podrido, prostituyéndose el sentido primero de ésta, cada vez que vemos las imágenes en Occidente de la guerra de Ucrania, completamente filtradas y manipuladas, de suerte que nada hay ya en ellas de verdadero, y tampoco de arte. Pura propaganda antirrusa de mala calidad y baja estofa".
Rubén Gisbert habla con Alberto Iturralde, analista de bolsa, sobre la crisis financiera. Éste la señala como una maniobra de los bancos centrales para sembrar el pánico y preparar la sumisión al dinero digital. El papel de políticos partidócratas como Pedro Sánchez es el de endeudar a España para que siga sometida a las directrices geopolíticas de terceras potencias. Sólo la conciencia de la necesidad de la libertad política colectiva puede conseguir que tal clase oligárquica pague ante la justicia por sus desmanes.
El periodista económico Lorenzo Ramírez señala el cambio de actitud del influyente economista de la agenda 2030 Jeffrey Sachs, quien señala que la guerra de Ucrania sólo terminará cuando ésta reconozca que es la víctima de un conflicto por poderes entre EE.UU. (que ha estado armando al régimen de Zelensky para expandir la esfera de influencia de la OTAN) y Rusia, que data de 2014. Concluye Sachs afirmando la necesidad de unas negociaciones de paz y un acuerdo basado en el de Minsk II, que fue ya dinamitado en diciembre de 2021 por EE.UU. y R.U. La torpe propaganda belicista de la UE y la OTAN, que obvia y arrolla cualquier demanda de paz en el llamado "Occidente", recuerda el rechazo del pacifismo de otras épocas y regímenes como el nacionalsocialista, ilustrado por el periodista Manuel Chaves Nogales en una serie de reportajes realizados para el periódico Ahora en 1933, y publicados en forma de libro por la ed. Almuzara en 2012: ""Si Adolfo Hitler está gobernando hoy en Alemania, es porque lleva doce años predicando la guerra [...] Si los nazis se dedican hoy al deporte de cazar como a ratas a los judíos y los socialistas, es esencialmente porque los judíos y los socialistas son pacifistas. Esta palabra de "pacifista" es el mayor insulto que se puede dirigir en estos días a un ciudadano alemán" (p.26)"