André Kertész
El gobierno autoriza a una quinta parte de los diputados a compaginar el escaño con actividades privadas. Todos los diputados por unanimidad han aprobado esta puerta abierta al cohecho sin que haya apenas algún medio de comunicación que se haya hecho eco de ello. Se sabe que a los funcionarios del Estado se les aplica una estricta Ley de Incompatibilidades, pero a los miembros de la casta partidocrática, a los que sin duda les es fácil compatibilizar -con la abogacía y medios de comunicación, por ejemplo- ya que lo único que tienen que hacer es votar lo que les dice cada vez el jefe del partido que los ha puesto allí, se les permite todo lo que haga falta, lo que demuestra que son una casta privilegiada que sólo se representa a sí misma, y que esconde su falta de pudor y su esperanza de corrupción tras el llamado Consenso.
Iglesias encabeza la condena de los republicanos a la "huida indigna" del emérito. Flaco servicio hace este titular a los verdaderos republicanos y repúblicos cuando atribuye su liderazgo a este monárquico institucional, a este líder de una de las facciones de nuestra Monarquía de partidos (que no parlamentaria). En la noticia, por lo demás, el político del régimen no hace ninguna petición de vuelta a la república, sino que lamenta la situación de la monarquía, como podría hacer cualquier ignorante y sincero monárquico o un interesado -como él y su pareja, que dicen lo mismo- defensor del statu quo, para evitar que entre en crisis y vea en peligro sus privilegios de casta y el control de su cuota de poder estatal.
Juan Carlos I abandonó territorio nacional antes de hacer pública su marcha de España. El rey emérito por la gracia de la Partidocracia se toma unas vacaciones sine die en el extranjero tras dejar un comunicado mal redactado en el que parece reconocer la culpabilidad de sus actos. Según Antonio García-Trevijano, el no ex rey en algunas de sus discusiones con su consorte le reprochaba que era una muerta de hambre, y que él, en cambio, tenía dinero suficiente para marcharse y "vivir como un rey". Tal anécdota sería bastante ilustrativa sobre los verdaderos sentimientos del personaje hacia la institución monárquica (no hay que olvidar que no es sucesor legítimo de su padre, sino de Franco), y hacia la nación española, a la que ha parasitado favoreciendo la expansión del Estado de Partidos que vive a costa de dividirla artificialmente.
El PP facilita la renovación del Poder Judicial al aceptar el modelo vigente. La noticia, con pura asepsia partidocrática, nos informa de que los líderes de los dos partidos principales del régimen se reúnen antes de las vacaciones para ponerse de acuerdo en perpetuar la elección por parte de éstos de los miembros del Consejo General del Poder Judicial, es decir, a aquellos que eligen, a su vez, a los jueces que tendrían que juzgarles. Es de una crasa ignorancia afirmar que en España existe separación de poderes (y de paso, democracia) cuando un medio del régimen nos presenta su inexistencia como lo más natural del mundo. El partido o facción del Estado que accede al poder controla el poder ejecutivo, el legislativo (banco azul), y la potestad judicial, igual que su padre político, Francisco Franco.
Podemos compara con Vox a sectores feministas cercanos al PSOE por pedir la dimisión de Irene Montero. La teoría queer (una postura aberrante y extrema dentro de la ideología de género -que como toda ideología, es una visión parcial de la realidad que adapta los datos de ésta a sus principios apriorísticos interpretativos-), que niega la existencia del sexo biologico, está en la base de la ley que critican algunos grupos feministas y que se querrá imponer de modo autoritario a la sociedad (de la que sólo una ínfima parte -dicen estos totalitarios de salón- se opone a sus postulados, y que será probablemente de VOX o de otros cocos que estos falsos izquierdistas enarbolan, caracterizados por envolverse en las reivindicaciones de algún "colectivo" minoritario, para olvidar al resto de la sociedad, a la que no representan, y no cuestionar el statu quo económico-poltico en que están instalados), empezando por la Educación, sin que haya posibilidad siquiera de discutirlo, sólo obedecer. Basta ya.
Casi todos los países Schengen recomiendan no viajar a España por los rebrotes. Esto es un desastre: Nuestro gobierno partidocrático pasó la patata caliente del tratamiento de la pandemia a las Comunidades Autónomas (es decir, los cacicatos controlados por los partidos del Estado donde reproducen a menor escala su modelo, derrochando en duplicidades el dinero de la gente) para que fuera la imagen de éstas la que "se quemara", pues las encuestas es lo único que les importa, ya que se sienten desvinculados de los votantes, a los que no representan, sino sus propios intereses de casta instalada en el Estado. Nos dijeron que lleváramos las mascarillas en todo momento, y, venga, a tirar "pá alante", sin coordinación a nivel nacional, controles y tests, entre otros, a turistas y trabajadores temporeros (ahora disimulan su negligencia criminal echándole la culpa a los jóvenes, pero ¿qué esperaban que hiciera una parte de éstos, educados y mimados en un sistema de valores -el suyo, el de la Partidocracia- basado en el egoísmo irresponsable?) : los ciudadanos -perdón, súbditos-no les importan. Esa es la verdad desnuda de la Partidocracia, y no se puede engañar a todos todo el tiempo. Pero todo esto parecerá un juego de niños, cuando en septiembre se reabran los colegios.
Kichi dice que "se persigue a quienes critican una Corona impuesta por Franco y que nadie eligió". Las medias verdades, como se dice, redundan en mentiras, y eso es lo que hace el alcalde de Cádiz cuando dice que la Corona fue impuesta por Franco y que nadie la eligió, pero olvidar decir -porque eso no le conviene, ya que constituye su modo de vida y el de los suyos-, que a él tampoco puede elegirlo nadie directamente. En el referéndum de 1978 (o mejor, plebiscito pues había una sola pregunta para responder afirmativa o negativamente) se aprobó de una tacada -sin dar a los españoles la posibilidad de elegir la forma del Estado (monarquía o república)- la falsa constitución que no reconoce separación de poderes, consagra a los partidos como órganos del Estado, y que no fue producto de unas cortes constituyentes, sino de las reuniones secretas de un grupo de notables del Franquismo-crisálida y de la oposición colaboracionista, que no rupturista. El sistema electoral proporcional de listas de partido, recogido en esa Carta Otorgada, que el fascismo utilizó -y utiliza la partidocracia actual- para integrar a las masas en el Estado, se aplica incluso en las votaciones municipales; así, el alcalde no es elegido directamente por el votante, sino que sigue votando a listas de partidos, de cuyos corruptos enjuagues postelectorales (llamados "consenso") saldrá el futuro alcalde, como fue el caso de nuestro tartufesco síndico, cuya reelección no dependerá de su buen hacer por la ciudad, sino de los pactos políticos a los que llegue a posteriori en esta corrupta y antidemocrática manera de entender la política, totalmente alejada de los intereses de la sociedad civil.
Cayetana Álvarez de Toledo: "En España no estamos acostumbrados al ejercicio de la libertad en los partidos". Contra lo que dice esta político del régimen, presunta rebelde que va y viene pero que siempre está, la vida interna de los partidos políticos se rige por la Ley de Hierro de la Oligarquía de Robert Michels, que impide su funcionamiento democrático. Si a eso se une que la Ley Electoral impide prácticamente la presentación de candidatos personales independientes de los partidos tenemos que ese modelo oligárquico partidista monopoliza la vida política, reforzado por el antirepresentativo y filofascista sistema electoral proporcional de listas de partido, y tiene como consecuencia la inexistencia de una sociedad política intermedia que represente a la sociedad civil en el Estado, y que los partidos se constituyan en facciones de éste.
Madrid estudia test masivos a alumnos y profesores para la vuelta al colegio. Medidas como los test periódicos a alumnos y profesores deberían haberse establecido a final del curso pasado, junto con la incorporación progresiva por niveles, en mi opinión; ni ha habido interés tampoco en recopilar la experiencia de los profesores con la forzosa enseñanza en línea del curso pasado, y ofrecer recursos y criterios para lo que se viene encima. Pero la casta política central y la de los cacicatos autonómicos piensa principalmente en mantenerse en el poder, y es evidente que la enseñanza y la educación, la garantía de un mejor futuro para todos, no les interesa a quienes viven en el puro presente de sus intereses inmediatos (en junio se reunieron la ministra de la cosa y los transferidos regionales y no hicieron nada, porque, en el fondo, no les importa la Enseñanza, esperando, como Franco, su padre político, que el tiempo arreglara las cosas; vendieron la maniobra propagandista de la "nueva normalidad", para que los futuros arruinados hicieran algo de caja, fiándose en la superstición de que el virus actuaría menos en verano; su oligárquica indiferencia al pueblo la pagaremos masivamente en septiembre).
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